A nivel global, la deuda pública alcanzó un récord en el primer trimestre de 2025, al crecer en US$ 7,5 billones y superar los US$ 324 billones. Las economías latinoamericanas también contribuyeron a esa expansión, sumando cerca de US$ 3,6 billones en deuda combinada (Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia y Perú), lo que equivale al 1,11% del total global, referenciaba Bloomberg.
El economista Jonathan Fortun, del IIF, advierte que no basta con mirar la proporción deuda/PIB; elementos como el marco fiscal, la estructura del endeudamiento y la credibilidad institucional son determinantes. De hecho, el costo del financiamiento en América Latina es superior al de los mercados desarrollados, lo que agrava la presión fiscal, enfatizó.
De acuerdo con datos del Instituto de Finanzas Internacionales, Paraguay se ubica entre los países de América Latina con menor nivel de deuda pública bruta como porcentaje del PIB. Para el promedio del período 2024-2025, se proyecta que la deuda del país represente 35,8% del PIB, una proporción inferior a la de economías como Brasil (88,7%), Argentina (85,3%) o Bolivia (82%).

En comparación con otras economías de tamaño similar, Paraguay se ubica por debajo de Nicaragua (36,8%), por encima de Honduras (34,6%), Perú (33,7%) y Guatemala (28,3%).
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Si bien una baja deuda puede significar mayor margen de maniobra en política fiscal, también pone en evidencia la limitada capacidad del país para financiar inversiones públicas de gran escala sin acudir a financiamiento externo. No obstante, en un contexto regional de elevada deuda y presiones fiscales crecientes, la posición de Paraguay representa una ventaja relativa que podría ser clave para mantener la estabilidad macroeconómica en los próximos años.
Desde una perspectiva general y de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales, la pandemia había disparado los niveles de deuda en la región, en medio de mayores gastos, situación que se complicó con el alza de tasas globales. Sin embargo, expertos como Fernando Baer de Quantum Finanzas señalan que, aunque la deuda aumentó, las primas de riesgo siguen en rangos bajos, lo que facilita el refinanciamiento.
A nivel comparativo, Estados Unidos proyecta una deuda neta que rondará el 170% del PIB en la próxima década, con un déficit primario cercano al 7%; no obstante, goza del privilegio del dólar como moneda de reserva. Mientras tanto, América Latina, aunque no enfrenta una crisis generalizada, sí se caracteriza por su heterogeneidad: algunas naciones siguen lidiando con altos costos de financiamiento y baja calidad institucional, por lo que su sostenibilidad dependerá crucialmente de mejorar el ancla fiscal, reducir los costos y fortalecer la confianza de los mercados.
*Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones