Deuda estatal frena crecimiento de la construcción: empresas reclaman pago de US$ 150 millones

La Capaco advirtió que la deuda acumulada por parte del gobierno, que supera los US$ 150 millones entre certificados de obra e intereses, afecta gravemente a las empresas del sector, especialmente a las pequeñas y medianas. Desde la gremial reclaman urgentes soluciones para evitar el colapso de la cadena de pagos y un freno a la recuperación económica.

El tercer tramo del Corredor Bioceánico es una de las obras con mayor avance.
El tercer tramo del Corredor Bioceánico es una de las obras con mayor avance.

La construcción muestra señales de recuperación tras años difíciles, pero enfrenta una pesada carga, debido a que el Estado nuevamente está adeudando unos US$ 150 millones al sector por certificados de obra e intereses (por retrasos en los pagos). Esta situación afecta especialmente a pequeñas y medianas empresas, según alertó el presidente de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), José Luis Heisecke.

En diálogo con ABC, Heisecke confirmó que, si bien los datos del Banco Central del Paraguay del primer semestre de 2025 son alentadores y evidencian un repunte en la facturación de las constructoras, persiste el enorme desafío de la deuda pendiente acumulada por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), manejado por Claudia Centurión.

“La gran mayoría de nuestras asociadas son mipymes, empresas pequeñas que, si no cobran a tiempo, ven interrumpida la cadena de pagos; esto golpea a quienes les proveen combustible, materiales e incluso afecta el empleo en el sector”, subrayó el directivo.

Ing. José Luis Heisecke.
Ing. José Luis Heisecke.

Composición de la deuda y negociaciones con el Gobierno

De acuerdo con Heisecke, los US$ 150 millones adeudados corresponden principalmente a dos rubros: certificados de obra, por más de US$ 100 millones, correspondientes mayormente a trabajos realizados en 2024 y parte del 2025, o sea, esta deuda acumulada corresponde al actual Gobierno.

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Asimismo, dijo que los intereses arrastrados del Gobierno anterior ascienden a US$ 50 millones, que aún no ha sido honrado hasta la fecha. Esto pese a que los montos fueron objeto de una negociación a principios de año, en la que las empresas aceptaron reducir la tasa de interés promedio del 16% y 24% al 9%, ante un pedido del Ministerio de Economía Finanzas (MEF).

“La última información que tenemos es de marzo, cuando el expediente pasó a la Procuraduría General; nos dijeron que el dictamen estaba por salir, pero hasta hoy seguimos esperando. Esa demora genera un grave perjuicio, principalmente para las mipymes, que se financian a tasas más altas y no tienen el respaldo de las grandes constructoras”, explicó.

Obras pueden parar y se deben “pausar” las licitaciones sin financiación

El presidente de Capaco insistió en el impacto de la deuda en el ecosistema de la construcción, subrayando que la falta de pagos no solo asfixia financieramente a las empresas, sino que amenaza con frenar obras y afectar la estabilidad del empleo directo e indirecto. “Si se corta el pago, se corta toda la cadena: el que provee el combustible, el de los repuestos y la mano de obra”, advirtió.

Heisecke aclaró que existe una promesa del Gobierno de saldar la deuda durante agosto, aunque reina la cautela. “Esperamos que en agosto se pueda cancelar al menos una parte de la deuda y empezar a respirar. Confiamos en el gobierno, pero la confianza se resiente cada vez que los plazos no se cumplen”, lamentó.

El titular de la Capaco reconoció los límites legales y fiscales que enfrentan las autoridades, pero instó a que las futuras licitaciones sean más responsables: “No queremos que se repita el error de lanzar más obras de las que se pueden pagar. Si no hay recursos, es mejor pausar las nuevas licitaciones hasta que se pongan al día”.

La posibilidad de un pago el mes próximo genera expectativa en un sector clave para la economía y el empleo en Paraguay. Sin embargo, hasta que los compromisos sean efectivamente honrados, la construcción continúa en vilo, con cientos de empresas —sobre todo mipymes— a la espera de soluciones urgentes para evitar un freno en la reactivación que comenzó a vislumbrarse este año.

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