Desde distintos sectores reconocen el esfuerzo del gobierno en mantener la estabilidad macro, con una inflación estable y un crecimiento en torno al 4%, entre otros factores que contribuyen a un ambiente de estabilidad que lastimosamente no todos pueden sentir, y por ende, solo unos “pocos ya están mejor”.
Recientemente el analista y experto financiero Amílcar Ferreira reflexionaba sobre la situación indicando que en nuestro país vivimos a dos realidades, y que solo unos pocos pueden sacar ventaja de la estabilidad macro y el crecimiento, ya que una gran parte de la población aún subsiste en medio de la informalidad laboral. Estudios señalan que la economía en negro o subterránea mueve en término de proporciones casi el 35,1% del PIB, alrededor de US$ 15.000 millones al año
La informalidad llega a cerca del 62,5% de la población ocupada y afecta a poco más de 1,5 millones de personas, en tanto que la pobreza monetaria aún afecta al 20% de población total (1.187.045 personas), a quienes particularmente viene golpeando más fuertemente la inflación, sobre todo de los alimentos, que todavía representa uno de los principales gastos de los hogares en Paraguay.
Además los datos de pobreza del Instituto Nacional de Estadística (INE) fueron cuestionados por dudas en el cálculo al introducir impactos de programas sociales como Hambre Cero.
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Inflación en alimentos sigue alta

Si bien el gobierno se jacta del bajo nivel de inflación general, los precios de los alimentos siguen altos y la inflación en este rubro ronda el 10% interanual, acumulando una variación de más del 30% desde la pandemia. En lo que respecta a la carne se observa una inflación interanual del 22% y acumulada del 47% desde la pandemia.
En los últimos días y ante la presión por el descontento de los ciudadanos, el gobierno salió a presionar a empresarios a que bajen sus precios, por lo que se ha observado que algunos frigoríficos redujeron temporalmente sus precios, generando una aglomeración inusual de ciudadanos que soportaron largas filas para conseguir unos pocos kilos de carne más barata.

De hecho indicadores como el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) ha reflejado deterioros en varios periodos reflejando justamente una visión más pesimista.
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Crecimiento sostenido
Para el presente año, se proyecta un crecimiento económico del 4,4%, tras un repunte del 4,2% del año 2024 y del 5% que creció en el 2023. No obstante, para la ciudadanía estos datos no pasan de ser “simples cifras”, ya que la realidad que enfrentan todos los días ” que el dinero no alcanza”.

“Un crecimiento económico que hoy entusiasma, pero no les llega a todos”, admitió justamente el presidente Santiago Peña en un reciente discurso en la ciudad de Coronel Oviedo, donde anunció que tomó la decisión de enfrentar el problema y que haya más dinero en el bolsillo, que haya más comida en la mesa.
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A un año del grado de inversión
Uno de los logros apuntados por el Gobierno de Santiago Peña es haber avanzado en la calificación de riesgo, alcanzado el grado de inversión por parte de la calificadora Moody´s.
El grado de inversión otorgado hace un año por la citada calificadora con un grado de BAA3 estable, fue justamente un reconocimiento de la estabilidad macroeconómica mantenida en los últimos años, con inflación estable, indicadores sólidos, avances con algunas reformas legales. Sin embargo, hasta el momento, esta mejora en la calificación país no ha tenido un impacto significativo en la atracción de inversiones.
Recientemente, la vicepresidenta y analista senior de Moody’s Samar Maziad precisó que en adelante para mantener el estatus y atraer estas inversiones tan necesarias, expresó que es un proceso que lleva tiempo y que en ese trayecto se debe seguir trabajando en algunos ejes y “adelantarse a los problemas”.
Samar enfatizó la necesidad de seguir con las reformas claves, a lo que agregó que la reforma de la Caja Fiscal debe estar en esa línea de prioridades. También seguir trabajando en la institucionalidad.
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Moody’s es la primera calificadora que otorgó a Paraguay el grado de inversión, en tanto que la Standard & Poor’s y Fitch Ratings mantienen al país a un escalón de dicha calificación, pero las autoridades del gobierno esperan que se concrete próximamente.
El economista y exministro de Hacienda Manuel Ferreira, detalló en entrevista a la Agencia EFE que es “muy positivo y prometedor” el manejo fiscal responsable del país “en un mundo de mucha turbulencia”, pero también advirtió sobre el desafío de profundizar la institucionalidad para garantizar la seguridad jurídica a los inversores.
A su juicio, la situación de Paraguay es “bastante peculiar”, porque, a pesar de que hay un crecimiento por el lado de la oferta en los sectores comercial, servicios, industrial, la gente de menores recursos afronta el problema del aumento de precios importantes en artículos de primera necesidad y sobre todo en alimentos.