A nivel global, el organismo estimó que un niño nacido en 2020 alcanzaría solo un 56% de su potencial productivo al llegar a la adultez, siempre que disponga de educación completa y servicios de salud adecuados. Sin embargo, había advertido que este potencial se vería reducido por los efectos de la pandemia.
En su último reporte, Paraguay avanzó de 0,51 a 0,53, entre 2010 y 2020, mostrando una mejora sostenida en su capital humano, pese a encontrarse aún por debajo del promedio de América del Sur (59% de productividad).
En el contexto anterior, el Programa Nacional de Becas “Carlos Antonio López” (Becal), creado en 2015, se ha consolidado en diez años como una de las principales políticas públicas para potenciar la formación de profesionales paraguayos en las mejores instituciones educativas del mundo e incluso a nivel nacional.
La evolución del Programa ha permitido ampliar el acceso a las mejores universidades del mundo a personas provenientes del interior del país en un 34%, cifra que continúa en la senda del incremento con la incorporación de los Posgrados Nacionales.
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Aunque la mayoría de los beneficiarios provienen de la Capital (2.096 becarios) y del departamento Central (388), lo que refleja la concentración de la oferta educativa y de oportunidades en el área metropolitana, se observa un alcance territorial amplio: Caaguazú (220), Itapúa (207), Alto Paraná (106) y Concepción (98) son algunos de los departamentos con mayor presencia de seleccionados. Incluso departamentos más pequeños, como Alto Paraguay (4) o Boquerón (10), cuentan con beneficiarios, así como 51 nacionalizados, lo que evidencia la apertura del programa.
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Es de mencionar que, desde su primera convocatoria, en setiembre de 2015 hasta junio de 2025 (148 en este periodo), el programa ha seleccionado 3.703 becarios en distintas áreas del conocimiento, con el objetivo de impulsar la investigación, la innovación y la educación como pilares para el crecimiento sostenible.

Entre los beneficios que otorga a los seleccionados incluyen el pago de la matrícula, seguro médico de hasta US$ 1.000 por año académico, manutención durante el periodo de estudio, pasajes en clase económica, cobertura de visados, apoyo para instalación de hasta US$ 500, asignación anual para compra de libros y materiales de hasta US$ 500 y un fondo de regreso al país, conjunto de beneficios que reducen las barreras económicas y permiten que los becarios se concentren en su formación académica.
Becas por áreas de la ciencia
Otro aspecto relevante es la distribución de las becas por disciplinas académicas. Entre 2015 y junio de 2025 Educación ha concentrado el mayor número de becarios, con 1.138 seleccionados.
Le siguen las Ciencias Sociales (830), Humanidades (697) e Ingeniería y Tecnología (442). En menor proporción aparecen Ciencias Médicas (231), Ciencias Exactas y Naturales (215) y Ciencias Agrícolas (150), reflejando las prioridades estratégicas del país: mejorar la calidad educativa, fortalecer las ciencias sociales para la formulación de políticas públicas y, de forma creciente, impulsar las áreas vinculadas a tecnología, medicina y ciencias exactas, fundamentales para diversificar la economía paraguaya en el futuro.
Actualmente, 618 becarios paraguayos se encuentran activos en distintas partes del mundo, cursando maestrías, doctorados, posdoctorados; además de especializaciones, un nuevo componente que permite acceder a posgrados en el exterior en formato virtual. Al mismo tiempo, 2.431 ya han culminado alguna de las modalidades del programa, incorporándose en universidades, instituciones públicas, empresas privadas y centros de investigación.
Es de destacar que el retorno constituye un efecto multiplicador: los profesionales formados no solo aplican los conocimientos adquiridos, sino que también contribuyen a formar a nuevas generaciones, ampliar la capacidad científica nacional y mejorar la gestión de políticas públicas.

La formación de capital humano avanzado (CHA) es clave para aumentar la productividad, mejorar la competitividad del país y diversificar la matriz productiva.
Un mayor número de investigadores y profesionales altamente capacitados eleva la capacidad de Paraguay para integrarse en cadenas globales de valor, atraer inversiones extranjeras y fomentar la innovación tecnológica.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones