Desde el sector de la construcción han manifestado su preocupación en reiteradas oportunidades por el atraso que viene arrastrando el Gobierno en el pago de compromisos, situación que les está perjudicando a muchas empresas medianas y pequeñas sobretodo.
“Es una situación muy complicada porque si las empresas no cobran, además de las dificultades que tienen para acceder a nuevos financiamientos, se encuentran prácticamente entre la espada y la pared y sin saber que hacer” acotó José Luis Héisecke presidente de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco).
Según precisó la deuda en obras por parte del gobierno además de los intereses, fácilmente estaría llegando a los US$ 200 millones. Con respecto a los intereses aclaró que se llegó a negociar con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para bajar de US$ 100 millones a US$ 50 millones, pero sujeto a un plazo de pago. “Sin embargo, hoy estamos a siete meses de ese acuerdo y ahora parece que están dudando si hay la deuda y si van a sumar o no los intereses.
No obstante, Héisecke mencionó que confían en que el Gobierno buscará los mecanismos para subsanar esta situación que vienen arrastrando.
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Tope fiscal y eficiencia del gasto

Reconoció igualmente que hay una limitación en el tope del déficit fiscal, que le dificulta al Gobierno exceder de los recursos disponibles (este año debería cerrar en 1,9% del PIB). Sin embargo, entiende que del mismo presupuesto también salen los recursos para financiar los demás gastos del presupuesto. A lo reiteró la necesidad de insistir en el mejoramiento del gasto público, reduciendo los gastos rígidos para dar más recursos a la inversión en infraestructura tan necesaria en nuestro país en distintos frentes como salud, viales, transporte y otros. Según estimación de Capaco, Paraguay necesita invertir unos US$ 30.000 millones para que se salgamos del atraso en infraestructura.
Cabe señalar que el tema de deuda con las constructoras y farmacéuticas fue uno de los puntos más cuestionados por el equipo económico de Santiago Peña apenas empezando el periodo, incluso acusaron de “maquillar el déficit” debido a los niveles de atrasos que había en los compromisos.
Entre las primeras medidas adoptadas fue justamente incluir el pago de estos compromisos y “sincerar” el déficit ampliando el plan de convergencia fiscal del 2024 al 2026. Al parecer, el Gobierno de Santiago Peña sigue con las mismas prácticas de atrasos en pago de sus compromisos.
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Menos recursos para obras

Por otra parte, otra situación que preocupa al sector de la construcción es la baja ejecución de las obras públicas que va en alrededor del 40%. El presupuesto vigente asignado para inversiones es de US$ 680 millones aproximadamente, según refirió Héisecke.
El titular de Capaco dijo que aumenta la preocupación en el sector debido a que para el presupuesto público de inversiones para el año que viene fue asignado alrededor de US$ 500 millones, una reducción de casi US$ 180 millones con respecto al vigente. En cambio, se habla de aumento salarial para varios sectores que significará unos US$ 200 millones de recursos públicos más. “Aquí vemos la necesidad de seguir insistiendo en la calidad del gasto público”, acotó
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Bajó la contratación de personal
Debido a la dificultad de cobro al Estado que a la vez limitan su posibilidad de financiamiento con los bancos, muchas empresas han reducido la contratación de personal. Al segundo trimestre, el sector de la construcción ocupó de forma directa a 220.758 personas, casi 15.000 ocupaciones menos comparados al primer trimestre. De forma indirecta el sector moviliza unos 800.000 empleos