El índice es clave para los inversionistas porque sintetiza la percepción de riesgo crediticio que tienen los mercados internacionales sobre cada país. A mayor valor del EMBI, mayor es el riesgo de default o de inestabilidad macroeconómica. Los cambios en este indicador pueden responder tanto a factores internos, como la política fiscal, la inflación o las crisis políticas, como a factores externos, entre ellos la suba de tasas de interés en Estados Unidos o el apetito global por riesgo.

A agosto de este 2025, el riesgo país mostró una tendencia descendente en la mayoría de los países de América Latina. De acuerdo con datos de JP Morgan, el riesgo promedio regional pasó de 423 puntos a fines de 2024 a 366 puntos en la actualidad, lo que refleja una mejora en la percepción de los mercados sobre la deuda soberana latinoamericana.
En el mismo periodo, el indicador para los países emergentes en general se redujo de 297 a 269 puntos, de acuerdo con Bloomberg.
En el contexto anterior, Paraguay aparece entre los países que lograron una mejora, al reducir su EMBI de 161 a 135 puntos. Este desempeño lo ubica dentro del grupo de naciones con menor riesgo relativo, tal como se puede observar en la infografía. La evolución paraguaya contrasta con la de economías de mayor tamaño, como Argentina, que subió de 635 a 829 puntos, y con la de El Salvador, que incrementó de 388 a 400. En estos casos, la percepción negativa del mercado responde a entornos de incertidumbre macroeconómica y fiscal.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El nivel actual de Paraguay significa que el país puede captar recursos con tasas más bajas en relación con países como Bolivia (1.327) o Ecuador (756), donde los indicadores aún se ubican en niveles elevados pese a las mejoras.
No obstante, el liderazgo en estabilidad lo mantienen Uruguay, Chile y Perú, con 74, 104 y 131 puntos respectivamente, lo que los consolida como referentes en la región. En este sentido, Paraguay se acerca a este grupo de países percibidos como más seguros, lo que refuerza la importancia de preservar la prudencia fiscal y el manejo responsable de la deuda.
Por otro lado, la persistencia de valores extremadamente altos en Venezuela (16.402) y los incrementos en Argentina y El Salvador muestran que la región continúa marcada por heterogeneidades profundas. Mientras algunos países avanzan hacia la consolidación de la estabilidad financiera, otros siguen atrapados en dinámicas de volatilidad e incertidumbre.
*Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones