El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) este año no consideró la experiencia del oferente, su capacidad técnica ni financiera en la licitación para impresión de materiales educativos (ID 463098), mientras que el factor precio tuvo un peso de apenas 30%. El 70% restante que consideró la cartera al momento de adjudicar fueron, entre otras variables, la “sostenibilidad social”, la “responsabilidad social”, la “cultura organizacional” y “ponderación social”.
El resultado de este sistema de evaluación de “criterios múltiples”, cuyos insólitos parámetros hasta ahora nadie ha salido a fundamentar técnicamente, fue que el MEC desechó a los oferentes que tuvieron la primera y segunda propuestas más bajas en los principales lotes. En contrapartida, adjudicó a las ofertas más caras y, consecuentemente, el Estado terminará pagando US$ 1 millón más.
ABC conversó al respecto con Carlos Valdovinos, apoderado de Mercurio SA, del Grupo Zuccolillo. Esta industria se presentó en 12 de los 14 lotes, tuvo el menor precio en todos los casos, pero fue sacada de carrera. Si bien el MEC le adjudicó en un lote, los demás quedaron para Álamo SA e Industrias Gráficas Nóbel SA, cuyos precios fueron sustancialmente más altos. Los otros participantes fueron Ártes Gráficas Milenio, Editorial El País SA, Etigraf SRL, Grupo ZA SA, Serigraf SRL y Eduardo Eulogio Verón Cardozo. Este último tuvo el segundo menor precio en varios lotes, pero también fue dejado de lado.
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El precio dejó de ser determinante
Consultamos a Valdovinos bajo qué criterios el MEC desechó a la primera y segunda ofertas más bajas y adjudicó a las más caras. Respondió que, claramente, el precio dejó de ser determinante. Si bien se menciona que vale 30%, en la práctica su peso fue entre 3% y 11%.
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Explicó que la menor cotización no es la única que suma puntos en este factor, sino también las siguientes, por lo que al final, con la fórmula de la grilla que aplicó el MEC, una cotización 100% más cara implicaría 15 puntos sobre el total de 30.
“Lo razonable hubiese sido que las ofertas más caras no sumen puntos por precio. Si el precio te da un diferencial de 3 a 11%, estos valores son fácilmente perdidos en otros criterios que son totalmente secundarios”, alertó.
Lo fundamental no evaluaron: capacidad de producción
El ministro de Educación, Luis Ramírez, tratando de justificar el cambio en el sistema de evaluación, dijo recientemente que la licitación de libros del año pasado tuvo retrasos por incumplimiento de varios proveedores. A causa de eso se estableció un sistema nuevo basado en multiplicidad de criterios, buscando garantizar “la eficiencia y el cumplimiento en primer lugar”.
Al respecto, Valdovinos señaló que para garantizar cumplimiento hay que evaluar la capacidad de producción de libros, un elemento decisivo para cumplir con los plazos, pero esto no fue cuantificado en la grilla del MEC. “En la grilla otorgan en total 45 puntos a ‘Responsabilidad Social’ (15), la ‘cantidad de personal contratado’ (15) o la relación entre ‘cantidad de hombres y mujeres’ (15), y cero punto a la capacidad de producir libros. Es decir, el cumplimiento no tiene un indicador objetivo dentro de la grilla”, lamentó.
También se evidenció que la grilla del MEC no garantiza buenos precios, añadió. En el lote 9, por ejemplo, se está adjudicando al peor precio, pagando G. 1.379 millones más o 60% por arriba de la mejor oferta.
En dicho lote, la primera oferta fue de G. 2.304 millones, la segunda G. 3.230 millones y la adjudicada fue G. 3.683 millones.

Desincentivo a la inversión
El apoderado de Mercurio contó que la empresa ganó hace unos años el Lote 1 de la licitación de libros del MEC. “Un libro de tamaño grande que lleva espiral de plástico. Ese libro implicó muchos procesos artesanales, por ende elevados costos. Por eso, el año pasado optamos por no participar en dicho lote, dado estos procesos manuales y, principalmente, los cortos tiempos para producir. Pero buscando alternativas de solución, en esta licitación, luego de una inversión en tecnología, estamos incorporando una máquina que automatiza procesos y reduce costos, traspasando este ahorro al MEC”, relató, pero la cartera optó por los mayores costos, lo cual resulta un desincentivo a la inversión.
“Nuestro precio fue de G. 272 millones menos para el Lote 1. En la grilla obtuvimos 30 puntos por ‘Precio’ (mejor oferta) y la competencia obtuvo 25,5 puntos, es decir, nosotros tenemos apenas 4,5 puntos más por el mejor precio. En el punto 2 de la Grilla, ‘Sostenibilidad’ (cantidad de personal contratado), perdimos estos mismos 4,5 puntos, dado que la competencia tiene más de 200 colaboradores y nosotros menos de 200. Es decir, buscar la automatización, eficiencia, mejor calidad de producto y precio fue penalizado por el MEC”, dijo.
Lo llamativo es que el método que en los últimos años venía utilizando el MEC, y usó incluso en las licitaciones de los Kits Escolares publicado el 03/07/2025 y Kits Aula del 08-07-2025, fue basado principalmente en precio. Otros factores muy importantes que también consideraron fueron capacidad financiera, experiencia requerida y capacidad técnica, para los cuales regía el método de “Cumple / No cumple”.
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El mayor volumen de libros
“Este Gobierno es el que mayor volumen de libros está pidiendo en los últimos 20 años. Esto le vino muy bien a la industria y celebramos que haya sido así. Pero, quiénes son los proveedores que en el último par de años proveyeron estos libros, en qué volumen, cumplimientos. Por qué esta experiencia no es cuantificada en la grilla”, se preguntó el ejecutivo. Y agregó que el año pasado se produjeron unos 4 millones de libros, este año están en el orden de 5 millones, pero “incoherentemente, asignan 9 de los 14 lotes a una sola gráfica”.
De acuerdo con lo indicado, los elementos decisivos para el ministerio debieron ser la eficiencia y la eficacia. Pero el MEC penalizó el hecho de tener equipos automatizados que requieren menos gente. “Es decir, tener más gente y más costo te da un beneficio en este caso”, dijo.
Producción a gran escala
“El núcleo de nuestro negocio es la producción de libros a gran escala. Contamos con máquinas y equipos especializados para atender este segmento. Somos proveedores de la mayoría de editoriales privadas más importantes del país, tenemos clientes editoriales internacionales (somos los únicos con este tipo de clientes) y uno de nuestros clientes importantes en este rubro es el MEC, a quien proveemos hace más de 20 años. Contamos con Certificaciones ISO y FSC justamente para este tipo de productos, además de otras certificaciones. Contamos con acuerdos de proveedores internacionales y locales de materia prima, para provisión en tiempo y forma de este tipo de trabajos. Permanentemente visitamos editoriales internacionales y conocemos los requisitos de muchos de ellos. Los criterios determinantes son precio, calidad y plazo. Contamos con la única rotativa comercial para alta producción de libros en el país y el único tren de entapado para terminación de libros, optimizando tiempos, calidad y costos. Pero en esta licitación, nada de esto tuvo importancia”, denunció.
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La DNCP debe expedirse
La Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) sustanció este mes la protesta de Mercurio en la licitación del MEC y, temporalmente, el proceso quedó suspendido.

La cartera de Educación envió su descargo el viernes último y está en manos de la DNCP decidir si dicha suspensión sigue o no vigente, mientras se analiza la cuestión de fondo (los fundamentos de la impugnación).
Desde el MEC, según se lee en los documentos, defienden la insólita forma de evaluación de ofertas, pese a que resulta perjudicial para los recursos del Estado.