El productor de tomate, Francisco Meza, dijo que el rubro atraviesa un buen momento, con precios estables en finca, que se mantienen en finca, hace unos cien días, entre G. 7.000 y G. 8.000 el kilo, y de G. 200.000 a G. 220.000 por la caja de 20 kilos. Afirmó que este equilibrio representa un alivio para los agricultores, quienes logran cubrir sus costos y sostener sus ingresos.
Sin embargo, advirtió que, aunque los precios al productor se mantienen razonables, el valor final en las góndolas de los supermercados sigue elevado, situación que reduce su consumo en los hogares.
“Con G. 100.000 una familia puede comprar tomate, cebolla, locote y otras productos para una semana, pero cuando suben los precios, el dinero alcanza para menos cantidad”, detalló Meza, quien enfatizó la importancia de mantener precios accesibles que favorezcan la alimentación familiar.
“Recorro los mercados y veo que los precios casi nunca bajan. Aunque en finca a veces se venda a G. 5.000 o G. 6.000 el kilo, en los supermercados sigue costando entre G. 10.000 y hasta G. 20.000 el kilo”, dijo con cierta desazón.
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Contrabando
Meza agregó que no solo desde el lado de la comercialización el panorama es favorable, sino también gracias a la disminución de la ilegalidad, porque en la Argentina el precio del tomate alcanza niveles similares que los del mercado local.
“Hasta ahora no se logró erradicar totalmente el contrabando, pero sí se constata una mejoría en la reducción de la informalidad, especialmente en el caso del tomate y el locote. Esperamos que continúen los controles correspondientes, porque los productores enfrentamos altos costos de producción”, indicó.
El tomatero añadió que recorre distintos puntos del país, junto con los entes de control, para verificar la situación del mercado. No ocultó su preocupación ante lo que ocurre en Ciudad del Este, donde aún ingresa de contrabando tomate del lado brasileño.
Preocupa Ciudad del Este
“En Ciudad del Este, el 80% al 90% de las mercaderías que comercializan no son nacionales, sino de otras regiones debido a la cercanía con la frontera”, explicó.
Reiteró en lmanifestar su inquietud porque en algunos casos el producto en Brasil “prácticamente se estaría regalando” debido al desplome de sus valores. Aun así, reconoció que jhay controles en varios puntos del país, que demuestra el compromiso de las autoridades para frenar el ingreso irregular de mercaderías.

Por su parte, Abel Brítez, presidente del Consejo Nacional de Productores Frutihortícolas, mencionó que el rubro atraviesa un buen momento gracias a las condiciones climáticas que acompañan a la producción.
Señaló que el gremio está potenciando el cultivo de tomate y locote, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, Senave y la DNIT, a través del trabajo conjunto en trazabilidad de los productos.
Trabajo con autoridades
Recientemente, los representantes del sector se reunieron con la Comisión de Lucha contra el Contrabando de la Cámara de Senadores para conocer los avances en materia de trazabilidad.
“Buscamos fortalecer el trabajo con las autoridades para determinar, con precisión, cuánto se produce y consume en el país. De esa manera, se facilita la labor de los organismos de control y se puede identificar mejor el origen del contrabando”, apuntó.
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Brítez destacó que los tomateros y locoteros están más formalizados que los productores de otros rubros, aunque reconoció que las autoridades también apoyan a los productores de cebolla y papa.
“Sabemos que se comprometieron a trabajar con los gremios de cebolla y papa para ayudarlos a crecer dentro de la formalidad”, comentó igualmente.
