En Asunción,52 años atrás, los cancilleres de entonces, Raúl Sapena Pastor, por nuestro país, y Alberto Juan Vignes, por Argentina firmaron Tratado de Yacyretá.
Cuatro meses después, el 27 de marzo de 1974, los ministros que suscribieron el Tratado, canjearon en Buenos Aires los instrumentos que lo ratificaban y ponían en vigencia.
En el Art. XVI del Tratado se lee que los gobiernos “manifestaban su empeño en establecer las condiciones para que la puesta en servicio de la primera unidad generadora ocurra dentro del plazo de siete años después de la fecha de entrada en vigor del presente Tratado”.
Entonces, la primera unidad generadora debió entrar en servicio el 24 marzo de 1981, sin embargo, esa fase de producción, en este caso con dos unidades generadoras, no pudo inaugurarse antes octubre de 1994, 13 años después.
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¿Empeño insuficiente o muchas trabas políticas?
O el empeño por crear las condiciones necesarias para iniciar la etapa productiva de Yacyretá fue insuficiente o la decisión política de concretar las segunda colosal represa hidroeléctrica sobre el río Paraná no fue muy convincente.
La Nota Reversal del 9 de enero de 1992, que modificó mucho antes del plazo que establecía el Tratado -40 años después de su entrada en vigor - el Anexo C,se erigió en otro de los obstáculos en la senda de materialización de la obra.

El controvertido instrumento fue retirado del Parlamento por el Poder Legislativo nacional ante su inminente rechazo. Sin embargo, el documento sigue vigente, según la opinión de varios expertos.
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Parte de e esos obstáculos, si no la mayoría, tuvo un marcado carácter político, en abril 1990, recordemos, Carlos Saul Menem, entonces presidente de Argentina, luego de declarar a la obra como “Monumento a la Corrupción”, suspendió su ejecución por seis meses.
Acuerdo Cartes-Macri y la deuda de la binacional
El hecho destacado no fue el único que embadurnó con un intenso barniz político el proyecto. En el 2017, Horacio Cartes y Mauricio Macri suscribieron el fallido Acuerdo Cartes-Macri, que pretendió cribar la controvertida deuda que reclama el gobierno argentino a Yacyretá, pero la dejó en US$ 4.000 millones, sin embargo, lo llamativo fue que no le sometieron a la consideración del Legislativo argentino, ni le remitieron siquiera, según fuentes confiable.
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Además, desde el 11 de junio último rige el Acuerdo Peña- Milei que, en la práctica, redujo la tarifa de Yacyretá a US$ 28/MWh e impuso a la ANDE una severa dieta cuando de consumir energía eléctrica se trate.
