Mientras el Gobierno insiste en los buenos indicadores macroeconómicos, la ciudadanía sigue sin percibir mejoras concretas en su economía diaria. En ese contexto, el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovino, intentó explicar cómo el crecimiento económico se estaría trasladando a la microeconomía, aunque reconoció que existen preocupaciones sensibles, como el aumento del precio de la carne y el déficit persistente de la caja fiscal.
Reducción de la pobreza
El secretario de Estado sostuvo que uno de los principales indicadores del impacto de la macro en la microeconomía es la reducción de la pobreza, vinculada directamente al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita. “Cuando el PIB per cápita aumenta, los niveles de pobreza van cayendo”, afirmó, señalando que el país pasó de más del 50 % de pobreza en 2002 a cerca del 20 % en la actualidad, con un PIB per cápita que hoy sería siete veces mayor.
Sin embargo, el propio ministro admitió que, pese a esos números, la percepción ciudadana es distinta. “Lógicamente, la gente siempre va a estar insatisfecha”, expresó, atribuyendo parte de las críticas a lo que denominó “negacionismo macroeconómico”, concepto con el que se refirió a quienes cuestionan los efectos positivos del crecimiento económico.
Fernández Valdovino advirtió que desconocer los logros macroeconómicos podría llevar al país a “experimentos radicales” que, según dijo, terminarían destruyendo la estabilidad económica, con consecuencias directas en la inversión, el empleo y la calidad de vida.
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Precio de la carne y el dólar
No obstante, reconoció que la inflación golpea con fuerza en rubros clave del consumo diario, especialmente en la carne, cuyo precio registró un aumento cercano al 17 % en lo que va del año.
“Eso sí me preocupa en serio”, afirmó, señalando que el Gobierno optó por habilitar la importación de carne desde Brasil para intentar atenuar los incrementos, aunque descartó de plano la implementación de controles de precios, a los que calificó de “superpeligrosos”.
El ministro también se refirió a la fortaleza del guaraní frente al dólar, señalando que un tipo de cambio bajo podría abrir la posibilidad de reducir el precio de los combustibles, aunque condicionó esa medida a la permanencia de la tendencia cambiaria.
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Caja fiscal
Finalmente, Fernández Valdovino confirmó que antes de fin de año el Ejecutivo presentará al Congreso un proyecto de reforma estructural de la caja fiscal, que actualmente requiere entre USD 250 y 300 millones anuales para su financiamiento. Calificó la situación como “insostenible” y adelantó que la propuesta incluirá cambios en la edad mínima de jubilación, aportes de funcionarios y del Estado, así como en los criterios de cálculo de los haberes.
“En lugar de subir impuestos, prefiero mejorar el gasto y mejorar el gasto de la caja fiscal”, sostuvo, aunque reconoció que ninguna de las medidas tendrá un impacto inmediato y que el ajuste será gradual, en medio de un escenario económico que, pese a los buenos números macro, sigue generando dudas y malestar en la economía cotidiana de la población.