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Taylor Sheridan (a quien conocimos como guionista de “Sicario” y “Sin nada que perder”) nos presenta un western moderno, impregnado de un relato tenso, pero con una buena dosis de sensibilidad y lirismo.
Una chica ha muerto en los montes de Wyoming, en la reserva indígena de los Arapahoe. El FBI envía a investigar a una agente novata (Elizabeth Olsen). La joven murió congelada, pero hay indicios de violación. Un cazador de coyotes (Jeremy Renner) decide ayudarla en la investigación. La fallecida es hija de su amigo y él también perdió a su hija en circunstancias trágicas, por lo que toma el caso como una cuestión personal.
La película es un thriller agudo con un trasfondo de crítica social. Los arapahoes prácticamente viven librados a su suerte en estas montañas de frío intenso. Graham Greene (a quien conocimos en “Danza con lobos”) interpreta al comisario indio de la zona, y expresa el horizonte sin futuro en que se encuentra su nación. Pero, sobresale principalmente el personaje de Jeremy Renner, un cazador curtido por la dureza de la vida. Ha logrado convertirse en un hombre sabio, con un sentido de justicia particular.
Mención aparte tiene la fotografía de esta película que por un lado retrata la belleza indómita del lugar, expresa también la dureza y la desidia que enfrentan los protagonistas.
Con este filme, Sheridan fue ganador del premio a Mejor Director, en la sección “Una cierta mirada” del Festival de Cannes. Aunque es lo mejor que hay en los cines actualmente, solo se exhibe en dos salas: en el Cinemark y en el Cine Art de Ciudad del Este.
sferreira@abc.com.py