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El poderoso repertorio fue clave para que las miles de almas se entreguen en desenfrenados pogos y gritos a su banda favorita, al ritmo de su descontrolada mezcla de nü metal con punk rock.
Un modesto pero entusiasmado vocalista Marcelo “Corvata” Corvalán saludó cerca de la medianoche, luego de haber entregado “La venganza de los perdedores”, “Drama” y “Shock”, al impaciente gentío que respondía “¡Carajo, Carajo!”.
“Esta noche es especial porque ustedes eligieron las canciones, ¿vamos a divertirnos o qué?”, exclamó Corvata, antes de “Pruebas”, “Una nueva batalla”, “Chico granada” y las muy coreadas “El error” y “Atrapasueños”, mientras el guitarrista Hernán Langer alborotaba al gentío, subiéndose encima de los parlantes y arrancando desenfrenados riffs de su instrumento.
“Otro tema que ustedes eligieron y que a nosotros nos gusta mucho tocar”, dijo el cantante para introducir “Tracción a sangre”, a la que siguieron “Humildad”, “El que ama lo que hace”, “El mar de las almas”, “Virus anti-amor” y “Acorazados”, al tiempo que en varios sectores de la multitud se desplegaban grandes banderas en honor a la banda.
Una atronadora introducción de batería, de la mano de Andrés Vilanova anticipaba “Fantasmas”, donde imperó lo instrumental, para poder apreciar la calidad musical del trío.
“Estamos muy contentos, teníamos ganas de regresar, y los ‘carajeros’ hacen que la llama se mantenga viva”, dijo Corvata antes de “Frágil”, “Triste” e “Ironía”.
Luego dedicó “Resistiendo con ideas” a los estudiantes paraguayos. “Luchando por los derechos es la única manera de que cambien las cosas, está muy bien que se hayan plantado, que no se hayan callado”, dijo.
“Libres”, “Luna herida”, “Ácido”, “Joder”, “Sacate la mierda” y “El vago” cerrarían el concierto, pero el público insistió sin desanimarse, obteniendo un imponente final con un medley instrumental de temas de “Pantera”, que detonó la euforia.
Revolber, Destruye todo imperio y Antenna antecedieron con altura a Carajo.
victoria.martinez@abc.com.py