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Como invitado también estuvo el bandoneonista argentino Nicolás Enrich. El concierto fue in crescendo. Comenzó con la cueca “Juana Azurduy”, de Ariel Ramírez, y la milonga “La trampera”, de Aníbal Troilo, interpretadas por la orquesta.
Luego se sumó Berta para presentar algunos tangos que forman parte del disco “Historia del Tango”, que grabó con la Camerata Bariloche, bajo la dirección de Spatocco.
Tras el intervalo, la OSN interpretó una suite de composiciones paraguayas, arregladas por Pinchi.
Luego Berta se sumó para el momento más sublime del concierto. Esa pequeña orquesta que es la guitarra se desplegó en toda la sinfónica, con los geniales arreglos de Spatocco. Lo conmovedor de la guarania “Renacer”, de Óscar Cardozo Ocampo, fue más palpable, sumando una interpretación de Berta más que sentida, una obra muy cara a sus afectos. “La jornada”, de Juan Manuel Acevedo, ganó también cuerpo y color.
Seguidamente, un segmento de Agustín Barrios, con Preludio en Do Menor, con un aire tanguero, con intervenciones de Enrich; el tercer movimiento de “La Catedral” y la infaltable “Danza paraguaya”. Para el bis estaba reservada “La balada del indio”, de Ismael Ledesma, cuya riqueza rítmica fue explotada con buen protagonismo de la sección percusiones de la OSN.
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