El Otro Yo ofreció noche de punk rock y descontrol

Una noche de descontrol, pero del bueno, fue la que ofreció el grupo argentino El Otro Yo en la madrugada del domingo.

Este artículo tiene 10 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2290

Llegaron a nuestro país por primera vez para hacer disfrutar a cientos de personas en Kop Town. El recital fue notablemente esperado por su público paraguayo, variado en edades.

La jornada fue marcada por la energía descargada ya desde las 22:00 del sábado, por las dos bandas que se presentaron como teloneras: Carnival Prozac Dreams y Trifulka hicieron lo suyo.

Alrededor de la 01:00 de ayer, las luces se apagaban y el público gritaba entusiasmado, se percibía mucha emoción.

Alegría fue la elegida por El Otro Yo para empezar, siendo fuertemente coreada por todos. Con excéntricos atuendos blanco y negro, el trío se entregó a su enfervorizado público paraguayo.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

“Buenas noches Paraguay”, saludó Cristian antes de entregar la intensa Corta el pasto. Luego sonó “10.000.000” y los presentes saltaban y acompañaban con palmas a cada rato. Pasando un poco más hacia el rock, Caminando y Mañana de otoño, seguían en el repertorio.

“Esta es nuestra primera vez en Paraguay y estamos muy felices”, exclamaba Cristian, para luego presentar La tetona y Moquiento, ante la euforia del público, donde hasta un fan subió un rato al escenario y bajó, para el desconcierto de los músicos.

“¡Olé olé olé olé, El Otro Yo!”, cantaba en todo momento el auditorio y Joan los animaba y encendía, acompañándolos con la batería.

Rabiosos riffs se despedían de la guitarra de Cristian, quien bailaba, saltaba, giraba, se paseaba por el escenario y saludaba a todos. Lograba también diversos sonidos en su instrumento con el uso de los pedales.

María Fernanda saludó antes de Llevame y Personas, “gracias por invitarnos”, dijo, mientras recibía silbidos de la platea masculina. Me harté y Desatándonos sonaban luego en su dulce pero potente voz, haciendo dúo junto a su hermano Cristian.

Saltar desencadenó un pogo casi interminable, pero sin causar daños. Viajero, Morir con vos, Virus, Hoy aprendí, Inmaduro, La música y No me importa morir, completaron una memorable noche para un público que además se destacó por el buen comportamiento y la evidente emoción que atravesaban por presenciar el recital de un grupo que fue notable y largamente esperado.

victoria.martinez@abc.com.py

Enlance copiado