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Juan Francisco Aguirre (1758-1811) dejó documentos, datos e informaciones de sus exploraciones en el Paraguay, que solo fueron dados a conocer a partir de la década de los años 50 del siglo XIX.
En el prólogo del libro que aparecerá el domingo, Hérib Caballero Campos apunta que la doctora Liliana Brezzo presenta los resultados de una investigación documentada, realizada en España, Argentina y Paraguay, en la que se encuentra abocada desde hace bastante tiempo.
La autora nos da detalles sumamente ricos sobre la biografía de un hombre que no solo vino a cumplir las órdenes de sus superiores sino que dejó una obra en gran parte inédita.
La obra de Aguirre es en su mayor parte sobre el Paraguay, ese país casi desconocido que se encontraba en los límites de un extenso imperio como el español, al que Aguirre ayudó a descubrir y que permitió también a los habitantes del Paraguay de entonces comprender su geografía y la magnificencia de su naturaleza.
Este libro era más que necesario, pues no se había escrito una biografía de este hombre a pesar de que es inexcusable para los especialistas en historia colonial consultar su Diario.
En su obra, Aguirre proporciona no solo detalles de sus viajes sino también sobre la historia de la Provincia, pues él pudo acceder a los Archivos del Cabildo de Asunción, en el cual se encontraban todos los documentos de la administración de la Provincia desde el siglo XVI.
Aguirre, junto a Félix de Azara y los demás demarcadores, contribuyó al desarrollo del conocimiento del territorio paraguayo, un elemento indispensable en el proceso de identificación, que se construyó a partir de la Independencia en 1811.
Por su parte, la doctora Brezzo, gran conocedora de la historia del Paraguay, señala que en la segunda mitad del siglo XVIII llegaron al Paraguay varios oficiales de la Armada Española que formaban parte de la comisión demarcadora de límites entre los dominios de España y de Portugal en América del Sur, previstas en el tratado de San Ildefonso de 1777.
Dicha comisión se organizó en grupos llamados partidas, así designadas porque las líneas fronterizas que había que delimitar se partieron en cuatro partes.
Juan Francisco Aguirre arribó en calidad de Comisario de la Cuarta Partida Demarcadora; a su grupo le competía investigar la línea divisoria, en unión con los comisarios portugueses, entre los ríos Paraná, desde el Ygurey y el Paraguay hasta el Jaurú.
Como parte de sus obligaciones, le incumbía asentar en un diario los sucesos de la demarcación y también noticias históricas y geográficas de los países afectados por la línea divisoria.
Las partidas portuguesas correspondientes al Paraguay nunca aparecieron, de modo que Aguirre pudo extender sus investigaciones a todos los órdenes de la realidad paraguaya, las que luego recogió en el manuscrito que se conoce con el título de “Diario del Capitán de Fragata de la Real Armada Don Juan Francisco Aguirre en la Demarcación de Límites de España y Portugal en la América Meridional”.