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Un producto que nos recuerda a aquellas películas semieróticas de los setenta, pero sin la ingenuidad que las caracterizaba. Una cruza entre esas producciones comerciales y el estilo de Almódovar pero sin la esencia que las caracteriza. Ni chicha ni limonada. Para sumar, promete mucho más de lo que da. Así que, los que van por Pampita, no se hagan tantas ilusiones.
Es la historia de dos hermanas rivales. La mayor (Antonópulos) contrae matrimonio en la casa de playa. La menor (Pampita) asiste invitada por la madre (Frigerio). Ya han pasado siete años de su último encuentro, y pasa lo que la mayor quería evitar: El novio queda eclipsado por la hermanita.
El filme va mechando con los recuerdos de las hermanas y así llegamos a tener una vaga idea del por qué de la rivalidad. Digo así porque nada se define en esta película, ni los suicidios, ni nada. Lo único que es palpable es la calentura de los personajes. Pero sin un sustento en la trama que justifique.
sferreira@abc.com.py