“Rápido y furioso 7”, en tono de despedida

Quien imaginaría que aquella “Rápido y furioso” de 2001 se convertiría en una de las series de películas más exitosas de estos años. Una historia más de autos y chicas, completamente olvidable. Pero las películas continuaron y en la cuarta, la cosa se pone más interesante, con carreras y persecuciones absolutamente inverosímiles que ganaron a un público mayor. Y bueno, llegamos a la sétima, aparentemente la última tras la muerte de uno de sus protagonistas, Paul Walker, quien falleció en un accidente automovilístico en una pausa del rodaje de este filme.

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Tras su muerte, el argumento se replanteó, y el tono de la historia se volvió de despedida. Pero en Hollywood, eso no es algo seguro.

En esta cinta, Jason Statham, encarna a Deckard Shaw, quien está dispuesto a eliminar a la “familia” de Toretto (Vin Diesel) en venganza de la muerte de su hermano Owen (Luke Evans). Es uno de los villanos más peligrosos que les ha tocado enfrentar y tendrán la ayuda de una agencia de operaciones encubiertas para atraparlo.

Esta vez las persecuciones incluyen autos que caen en paracaídas y un deportivo que atraviesa rascacielos en Abu Dhabi. Las actuaciones son lamentables, sobre todo de parte de Vin Diesel. Pero uno ya espera eso y ríe de sus frases matadoras. Sumamos a eso el tono melodramático digno de telenovela mexicana. Pero aun así, la acción levanta la película y tenemos ante nosotros un buen producto de entretenimiento.

sferreira@abc.com.py

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