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La estimulación eléctrica ha devuelto la capacidad de andar a tres hombres aquejados de una lesión de la médula espinal.
El neurocientífico Grégoire Courtine del Instituto de Tecnología Suizo de Lausanne (EPFL) fue el encargado de liderar este ensayo clínico, que se llevó a cabo sobre ocho pacientes con lesiones medulares de más de cuatro años de duración y parálisis parcial o completa de las extremidades inferiores.
Los responsables de estas pruebas utilizaron un dispositivo que consistió en la implantación de un estimulador en el abdomen que se conectaba a un campo de electrodos situado en la región lumbar, la zona en la que se encuentran las células que controlan los músculos de las piernas.
Tras el implante se hizo un mapa de cada paciente para saber dónde y cómo aplicar los estímulos, generados en tiempo real. Este dispositivo se controla de forma inalámbrica, simulando la extensión y flexión que hacen las piernas humanas al caminar y provocando que las neuronas vuelvan a generar actividad.
A los pocos días de comenzar el tratamiento, los pacientes pasaron de pisar en una cinta de correr a caminar sobre el suelo y pudieron ajustar la elevación de sus pasos y la longitud de la zancada. Después de la rehabilitación, los pacientes pudieron caminar con apoyo parcial o con un andador, además de con ayuda del dispositivo de estimulación epidural eléctrica, pero finalmente consiguieron recuperar movimientos voluntarios en las piernas sin ese apoyo. El hecho de que después de varios meses de estimulación, estos pacientes hayan podido retomar el control de sus músculos paralizados, sin activar la estimulación, es una prueba sólida de que el cerebro y la médula espinal restablecieron conexiones naturales.
Estos resultados establecen marco tecnológico para mejorar la recuperación neurológica después de las lesiones de médula espinal. Este tipo de dolencias interrumpen la comunicación dentro del sistema nervioso, lo que lleva a la pérdida de funciones neurológicas y a la parálisis. Especialistas consideran que este es un “paso de gigante” en la investigación sobre las lesiones en la médula espinal.