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Recientemente nuestro diario publicó, de cómo a los presidentes de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Alejandro Domínguez y de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Juan Ángel Napout, les gusta rodearse de personas con oscuros antecedentes. Se mencionaba el caso concreto del gerente general de la APF, Rodrigo Pérez (cuñado de Domínguez), quien fue acusado y condenado por estafa en el 2000 por el juez Jorge Bogarín, aunque luego un Tribunal de Apelación anuló la condena en dudosas circunstancias.
Asimismo, mencionábamos el caso de José María Silva Gamarra, tesorero y miembro del Comité Ejecutivo de la APF durante la presidencia de Napout, quien lo llevó a la Conmebol a otro cargo gerencial apenas asumió el cargo en la Confederación. Silva Gamarra es otro que está acusado e imputado por lesión de confianza en un presunto caso de estafa en contra de la empresa “Gas Corona” de la familia Pallarés.
También en la Conmebol, se encuentra nada menos que como gerente general el cuestionado abogado español Gorka Villar (hijo del zar del fútbol español Ángel María Villar, vicepresidente de la FIFA), involucrado en varios hechos de corrupción incluyendo la presunta compra de votos para la designación de Qatar como sede del Mundial 2022.
Lo último
Y ahora resulta que el propio secretario general de la APF, Wigberto Duarte, es acusado de adulteración de documentos para favorecer extradeportivamente a un club de la categoría Intermedia.
El caso se remonta al encuentro que disputaron el club Fernando de la Mora y el 3 de Febrero el pasado 3 de agosto. En filas del club Fernando de la Mora jugó el atleta Jorge Orlando Brítez. Sin embargo, este jugador hasta ese momento figuraba en los registros de su exclub el Sportivo Carapeguá, por lo tanto no podía alistarse para jugar por el club Fernando de la Mora.
Aquí es donde salta la figura del secretario general de la APF, Wigberto Duarte, quien no encontró mejor manera para ayudar al Fernando de la Mora (quién sabe con qué motivaciones) que falseando documentos.
En efecto, según la declaración de Maira Giselle Haus Báez, cajera de la APF, en fecha 4 de agosto del corriente, el Dr. Wigberto Duarte lo llama a su oficina y le ordena que traiga y modifique la fecha de su sello de caja por el del 16 de julio del año 2013 para sellar una transferencia de jugador.
Luego incluso Duarte le ordenó a Haus Báez a que firmara el documento a lo que la cajera respondió advirtiendo que ella en el 2013 ni siquiera era cajera de la institución. A Duarte no le importó la advertencia y obligó a la funcionaria a poner su rúbrica en el referido documento.
Incluso, según declaraciones de Marciano Maidana (jefe de Registros de la APF), Duarte elaboró un documento de contenido falso en la que se informa que supuestamente “por un error informático” se cargó “a préstamo” la transferencia del citado jugador debiendo ser “en forma definitiva”.
Nuevamente el secretario general de la APF hizo firmar dicho documento falso al jefe de Registros, Marciano Maidana.
Para Domínguez no pasa nada
A pesar de lo grave del caso, el titular de la APF, Alejandro Domínguez, ni siquiera atinó a mencionar nada del tema cuando lo más coherente hubiese sido anunciar públicamente las medidas adoptadas en relación al caso. Duarte puso su cargo a disposición (no renunció como se dijo en otros medios) por lo que todavía es secretario de la APF.
mvelazquez@abc.com.py