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De acuerdo con los datos divulgados por el ente regulador, la mayor parte de los recursos del público que están depositados en los bancos en la categoría “a la vista” ofrecen un interés ínfimo a los depositantes, mientras que las captaciones en cuenta corriente no generan ningún tipo de rédito. Sin embargo, la mayoría de los clientes aún prefieren mantener sus recursos a la vista, para disponer de ellos en caso de que los necesiten, por ejemplo en sus negocios o para hacer frente a alguna eventualidad.
Los datos de la SIB muestran igualmente que el 40% de las captaciones, unos US$ 5.294 millones, están invertidos en Certificados de Depósitos de Ahorro (CDA), que a diferencia de las colocaciones a plazo fijo, sus títulos se pueden negociar en un mercado secundario en caso de necesidad. Los rendimientos de los CDA están entre el 5% y 10%, dependiendo siempre de los plazos con que se colocan esos títulos, si el tiempo de colocación es mayor, mayor es el rendimiento.
De acuerdo con el mismo informe, los bancos Itaú, Continental y Regional concentran la mayor parte de las captaciones del público, con cerca del 50% de todo el sistema bancario, que está compuesto por 16 entidades.
El banco de capital brasileño lidera la cartera con US$ 2.309 millones, seguido por Continental, con US$ 2.238 millones y en tercer lugar el Regional, con US$ 2.208 millones.
El sistema bancario tiene en la actualidad 880.000 depositantes, quienes cuentan con un seguro sobre sus ahorros administrado por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), institución que dispone actualmente de US$ 308 millones, incluido el aporte estatal (US$ 50 millones). Su finalidad es cubrir parte de los depósitos en los bancos y financieras para que los ahorristas recuperen, en caso quiebra de los bancos, hasta el equivalente a 75 salarios mínimos.
A pesar del crecimiento que experimentaron los ahorros privados, todavía hay una franja grande de personas que no desarrollan el hábito. Según estudios recientes sobre inclusión financiera, menos del 50% de las personas que están la franja de la Población Económicamente Activa (PEA) tienen el hábito del ahorro y algún tipo de acercamiento al sistema financiero formal compuesto por bancos, cooperativas y financieras.