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El profesional sostuvo que durante el primero y segundo año de gobierno del presidente Horacio Cartes hubo atrasos en la ejecución de obras. “Se gestionaron los recursos, se trajo el dinero, pero la ejecución no acompañó el ritmo del programa de obras públicas”, explicó Ferreira.
Desde el punto de vista estrictamente financiero, el profesional sugirió aplicar un cronograma de emisión ceñido al ritmo real de ejecución de las obras. Dijo que esto ahorrará al país el pago de intereses por recursos que de momento están ociosos debido a la falta de ejecución de las obras.
“Si uno sabe que la obra que va a costar US$ 200 millones va a necesitar dos años para terminarla, no hace falta que se haga la emisión total de una vez. Se puede emitir US$ 100 millones un año, y otros US$ 100 millones al año siguiente y así evitar pagar intereses por el total del financiamiento desde el primer día de la emisión”, explicó Amílcar Ferreira.
El profesional se refirió además al saldo de la deuda, que actualmente trepa a US$ 3.679 millones. Acotó que el crecimiento del endeudamiento, si bien fue fuerte en los dos últimos años, aún no se puede decir que haya alcanzado niveles que generen preocupación o que ponga en riesgo al país.
No obstante, sugirió mantener el crecimiento del endeudamiento con un ritmo razonable, más o menos parecido al del crecimiento de la economía, para que el porcentaje de deuda respecto al producto interno bruto (PIB) no se incremente de manera abrupta en el tiempo. Hoy alcanza alrededor del 18% del producto.
“La Ley de Responsabilidad Fiscal establece un limite que es razonable (del 1,5% del PIB), alrededor de US$ 500 millones al año. La norma contiene una sabiduría financiera, por lo que sugiero apegarse a ella y respetarla”, reiteró.
El profesional abogó por más espacios para la expansión de las obras públicas que generen un efecto multiplicador en la economía. La inversión en infraestructura tiene una contribución directa de cerca del 1% en la generación del PIB. Pero con la suma de toda la inversión privada que viene después hay un efecto que puede llegar hasta cinco veces de la inversión pública, dijo.
Con la administración actual del presidente Horacio Cartes, nuestra deuda externa creció 36,5% en los dos últimos años y superó los US$ 3.679 millones a agosto último. Esto equivale al 18% del PIB.