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EMBOCADURA DEL PILCOMAYO (Roque González Vera, enviado especial). El mediodía del jueves último, técnicos de la Comisión Nacional del Pilcomayo abrieron la embocadura del canal paraguayo.
Las aguas del río ya se escurren en nuestro territorio, y en este momento se encuentran con dirección a la cañada La Madrid, luego de pasar la pequeña comunidad de El Solitario.
La Madrid se encuentra a 75 kilómetros aproximadamente de la ribera del Pilcomayo; es un cauce natural que permite la conducción del río al interior del Chaco.
En lugar de convertirse en motivo de algarabía, el ingreso del Pilcomayo causa preocupación: el cauce de La Madrid se encuentra taponado en diversos tramos, por un proceso natural de colmatación.
El inmenso arenal se convierte en un obstáculo para el río y las aguas pueden llegar a desbordarse sin que tenga control de su escurrimiento.
Nirma Servín, presidenta de la Comisión de Pobladores del Pilcomayo, explicó lo siguiente: “La cañada La Madrid se debió limpiar antes de que ingresen las aguas. El cauce no está preparado para recibir las aguas, y esta situación puede generar graves problemas, sobre todo de inundaciones sin control”.
“Necesitamos el agua, pero los trabajos se tienen que realizar con sentido profesional. El Pilcomayo se tiene que escurrir en un cauce. ¿Si el conducto no está listo, por qué no trabajar primero en su limpieza?”, agregó.
Agropil y Margariño
Nicolás Moreno, presidente de la Comisión de Pequeños Productores de El Solitario, indicó que “se hubiera limpiado La Madrid primero y después tomar el agua del Pilcomayo”.
Explicó Moreno que “el agua va a llegar hasta donde puede, y al encontrar el arenal es imposible saber para dónde terminará yendo. Varias veces pedimos que limpien La Madrid”.
A lo largo de La Madrid, de 400 kilómetros de largo, existen puntos críticos que requieren limpieza de sedimentos.
Sobresalen los arenales de Agropil y Margariño. Los sedimentos que arrastra el río se depositarán donde ya se tiene colmatación.
El resultado será una mayor cantidad de arena y el riesgo de que el agua salga de su cauce.
Inundaciones fuera de control, con todo el daño que implica esta situación, se pueden generar en torno a pequeñas comunidades y unidades productivas.
A lo largo del año 2016, el Ministerio de Obras Públicas no invirtió un solo guaraní en la limpieza de La Madrid, y ahora se ha apresurado en abrir la embocadura.
No se trata solo de lograr el ingreso del Pilcomayo; también debe existir un criterio técnico para determinar el momento y las condiciones oportunas.
El Pilcomayo encontrará a la cañada La Madrid colmatada; en estas condiciones, no debió abrirse la embocadura. El cauce debió limpiarse previamente, pero ello no se hizo.