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–¿Usted cree que por fin se va a destrabar la negociación Mercosur-Unión Europea?
–(Lenoir) Mire. Yo soy presidente de la Comisión de Asuntos Económicos del Senado. Conozco muy de cerca estos debates a través del comité estratégico que lidera el ministro de Relaciones Exteriores. Estas negociaciones con el Mercosur son extremadamente sensibles para nosotros, sobre todo ahora que se acerca el tiempo de la presentación de ofertas.
–Francia y 13 países de la Unión Europea (de 28) ponen trabas para negociar el tema leche y el tema carne.
–(Pidieron a la Unión Europea que excluya los productos agrícolas “sensibles”, como los lácteos o las carnes, de los futuros intercambios de ofertas con el Mercosur, al opinar que su inclusión tendría efectos negativos. El asunto se trató en el marco de un consejo de ministros europeos de Agricultura, a petición de Austria, Chipre, Estonia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Rumania y Eslovenia)
–Todos tenemos que admitir que las negociaciones no van a ser fáciles ni tan rápidas. Cada cual defiende sus intereses, los países de Europa y del Mercosur. Por eso se llama a negociar para que cada cual haga concesiones. Nosotros queremos un tratado de libre comercio con Mercosur y que lleguemos a un punto en el cual todas las partes se vean beneficiadas. En las conversaciones con las autoridades paraguayas hemos visto que Paraguay quiere un acuerdo lo antes posible, nosotros también. La Unión Europea está en este momento detrás de dos acuerdos de libre comercio, con Canadá que ya está semiterminado y con Estados Unidos. El presidente (Barack) Obama quiere apurar para este año pero en mi opinión eso tardará más.
–El de Mercosur tardará más, evidentemente.
–La UE y el Mercosur se han comprometido a efectuar un intercambio inicial de ofertas en la segunda semana de mayo, de cara a desbloquear unas negociaciones estancadas en el capítulo económico del acuerdo de asociación, que comenzó en 1999 y sufrieron una paralización.
La presentación de ofertas de mayo ya es un gran paso. Lo importante de un tratado con la Unión Europea es que tendrá una gran repercusión, un gran impacto para el desarrollo del Mercosur. Lo primero y lo más importante es que será un acuerdo con reglas de juego transparentes y claras. Las negociaciones se hacen para que ganen todas las partes. No es cuestión de negociar para que una de las partes salga mal parado. Si fuera así no estaríamos perdiendo el tiempo hablando o presentando ofertas como lo vamos a hacer ahora. Hay que encontrar el punto medio.
–¿Cómo piensa que se va a superar el problema de la agricultura?
–Estamos evaluando los impactos que tendrá el tratado en nuestra producción agrícola. Están además las dificultades ligadas a las cuestiones de arbitrajes. Si hay litigios tenemos que ver cómo serán resueltos. Ciertamente, entre nuestros agricultores existe una gran inquietud por la apertura de nuevos mercados, por la liberalización. La discusión con el Mercosur llega en un contexto particularmente sensible. Los agricultores están muy pendientes de que sus intereses sean defendidos y son conscientes de la competencia que significa América del Sur donde se producen carne de gran calidad.
–Es el problema especialmente de Francia.
–Nosotros esperamos el reconocimiento de lo que llamamos “indicaciones geográficas protegidas”, es decir, que hay productos del territorio que son reconocidos y que queremos proteger con respecto a productos que no tienen la misma identidad. Es difícil y entendimos y somos conscientes del interés y al mismo tiempo sabemos que en nuestro país los actores económicos son los agricultores y otras profesiones, especialmente los servicios en general. Todos están muy atentos a las repercusiones de la apertura de las fronteras.
(La aspiración del Mercosur es venderle a la Unión Europea hasta 300.000 toneladas anuales más de carne bovina).
–¿Por qué se empeñan en un acuerdo si hay una barrera muy grande como es el tema agrícola?
–(Simón Sutour) Más allá del aspecto económico en estas negociaciones hay un aspecto político. La Unión Europea comprende 500 millones de habitantes. El Mercosur, a grosso modo son más o menos 300 millones. Para un mundo que tiene siete mil millones de habitantes, lo que nos aproxima a América Latina es el fuerte lazo que nos une en materia de derechos humanos, de valores de libertad, historia común. Entonces, este acuerdo más allá del aspecto económico tiene también un fuerte nexo político.
Hay que ser honestos y admitir que estos acuerdos no se van a producir de la noche a la mañana. Va a ser un largo camino.
–¿Cuánto tiempo?
–No sé. Lo importante es que al final de cuentas se llegue a buen término. Yo pienso que puede llegar a ser un acuerdo ejemplar. Comparando con el tratado que estamos negociando con Estados Unidos, mi opinión personal es que no le veo mucho futuro. Las negociaciones tienen ya varios años. Sentimos que no es una negociación entre socios, donde se expone lo que se desea y lo que se toma o se deja. Las negociaciones que se dan entre el Mercosur y la Unión Europea son entre socios e iguales con una vocación de que se va a llegar a buen término.
–Después de la presentación de las ofertas en mayo, ¿ahí se podrá saber si esto tendrá resultado?
–Francamente hay que ser sincero. Esto va a ser largo. ¿Por qué? Porque la Unión Europea está comprendida por 28 países. Varios países tienen parlamentos bicamerales. Eso alarga un poco más las negociaciones. Pero reitero mi optimismo de que vamos a llegar a buen término.
–Los atentados que golpearon a Francia, ¿eso hace que su país observe con más interés, con más confianza a América Latina?
–(Lenoir) A mí me impresionó escuchar aquí que los paraguayos manifestaran de inmediato su solidaridad, así como lo hicieron otros países de América Latina. Nos dijeron que cuando Francia fue golpeada por el terrorismo, los paraguayos fueron tocados, lastimados de la misma forma. Yo soy de derecha. El jefe de la delegación (Sutour) es de izquierda. Todos estuvimos en la calle en esa gran manifestación que hicimos como repudio a los atentados. Esos actos nos golpean a todos, aun a los que pensamos diferente. Finalmente es un atentado contra la humanidad, contra nuestra cultura, contra el patrimonio del mundo.
–¿Cómo repercuten en Europa estos cambios que se vienen produciendo en la región? Se fue Cristina Kirchner en Argentina, en Brasil hay un juicio político contra Dilma.
–(Lenoir) Conozco bastante bien América Latina. Desde el punto de vista económico, Francia tuvo algunas dificultades principalmente en Argentina y Brasil por inversiones que terminaron mal. Eso ha ido cambiando. En Brasil la situación está un poco complicada. Me sorprende Paraguay. Se ha desarrollado en forma considerable. El mensaje que llevamos de aquí puede interesar a nuestros inversionistas. Es un país pequeño pero con una gran ventaja que es su estabilidad. Vimos que su interés en el tratado de libre comercio con la Unión Europea lo convierte en una pieza importante para que el acuerdo llegue a feliz término. Las empresas francesas pueden sentirse cómodas aquí.
–(Sutour) Nosotros no nos involucramos en los asuntos internos de los países. Los pueblos eligen su destino. En esta gira pudimos constatar los cambios que hubo en Argentina. Para nosotros los lazos son con el país y en el marco de la diversidad. Luego podemos tener nuestras impresiones personales. Con Paraguay, por ejemplo, creamos una comisión de amistad. Hemos decidido intensificar el relacionamiento de trabajo, uno de ellos es la negociación de la que acabamos de hablar, otro es el tema de la salud, el tema de la justicia y todo lo que contribuya a la relación franco-paraguaya
–¿Cómo se explica el deseo, la voluntad de fortalecer los lazos y en contrapartida Francia cierra su Consulado en Paraguay?
–Yo conozco bien el asunto porque escuché mucho hablar de él. Como parlamentario estoy a favor de reforzar los lazos diplomáticos, además de reforzar la colaboración con la Alianza Francesa y el Liceo Francés. Los paraguayos no tienen problemas para conseguir una visa. Puede haber alguna dificultad con los becarios, pero el embajador lo va a resolver. Eso ya es importante. Sobre ese tema creo que hay un componente sicológico más que dificultades reales. En el Parlamento ponemos nuestro esfuerzo para que los problemas sean los menores posibles aunque no podemos negar que Francia está pasando por ciertas dificultades económicas.
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