El crecimiento paulatino de los créditos de largo plazo se da en coincidencia con el inicio de las actividades de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), destacó José Maciel, titular de la banca de segundo piso que activó fondeos de larga plazo a través del sistema financiero desde del 2006.
Entonces, los préstamos de largo plazo solo llegaban al 9% de los desembolsos, mientras que al cierre del 2014 la cartera de préstamos con plazos mayores a tres años alcanzaba ya el 33% del total, según datos de la Superintendencia de Bancos (SIB).
Un problema que siempre frenó a los bancos era la escasa oferta de recursos a largo plazo, ya que la mayor parte de las captaciones de los bancos (ahorros) paraban en cuenta corriente y en depósitos a la vista.
Otra contribución muy importante de la AFD, según Maciel, fue el financiamiento de largo plazo para viviendas, que casi no existían antes de que se creara esa agencia de créditos. Hoy el financiamiento a este sector por parte de bancos y financieras suma aproximadamente US$ 350 millones, de los cuales el fondeo de la AFD es de cerca del 35%.
Estabilidad
Por otra parte, el titular de la AFD detalló que la estabilidad macroeconómica con una inflación baja y estable durante los últimos 10 años fue favorable para el desarrollo exitoso de los préstamos de largo plazo, por lo que los bancos ya salen más activamente con sus propios recursos. “En otras condiciones y con una inflación del 40%, como en otros países de la región, iba ser imposible desarrollar un proyecto así”, afirmó.
Desde su creación, la AFD fondeó proyectos por US$ 828 millones, el 39% fue al sector inmobiliario.