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El interventor judicial de Acepar, ingeniero José Luis Vinader, había dicho a este diario que estaba “en proceso” la rescisión de contrato de arrendamiento. Documentos a los que accedimos ayer revelan que Vinader mintió, pues el distracto de contrato fue firmado el 19 de enero de 2018.
En todos estos meses no se informó al respecto; Vinader llegó a decir que haría una conferencia de prensa, pero esto no sucedió. De hecho, la información de que Vetorial se fue de la acería se difundió a través de conductos no oficiales. Distribuidores de varillas confirmaron, en su momento, que se les quedó un “mono” de US$ 5 millones por productos que habían comprado pero que nunca les entregaron; en tanto que carboneros reclaman el pago de US$ 2,7 millones por el insumo proveído. Hasta con la ANDE se llegó a acumular una deuda de US$ 1,5 millones durante la administración de la firma brasileña.
De acuerdo con los términos de la rescisión, sin embargo, Vetorial solamente reconoce la deuda con Acepar por US$ 8,5 millones, en concepto de la cuota de arrendamiento (se había fijado una cuota mensual de US$ 400.000). Pero la acería le perdonó US$ 2,1 millones con el argumento de que la arrendataria se hizo cargo del pago de un plus por insalubridad a los trabajadores, erogación que se estableció a través de una resolución de la Corte Suprema, tras un proceso judicial.
Finalmente, la exarrendataria terminó reconociendo que adeuda US$ 6,5 millones por la explotación de la acería, pero en lugar de pagar este compromiso en efectivo, lo hará con provisión de mineral de hierro (ver facsimilar).
“Vetorial Paraguay y Vetorial Brasil se comprometen a abonar a Acepar la deuda de US$ 6.501.533,72, de la siguiente Manera: A través de la provisión de mineral de hierro, con plazo de vigencia de diez años”, señala parte del documento. El precio de venta establecido para ir devengando dicho monto es US$ 45,71 por tonelada, cotización FOB barcaza en Corumbá, Brasil, que se reajustará a los cinco años conforme a la inflación de los Estados Unidos acumulada hasta la fecha del reajuste.
Otro de los puntos de la rescisión señala que la rescisión de contrato se da en términos amistosos y “de buena fe”, considerando que Vetorial supuestamente intentó cumplir con las condiciones establecidas al llegar a Acepar, pero que fue imposible debido a factores externos. Menciona, por ejemplo, la caída de los precios internacionales de productos de acero, el pago de la indemnización por insalubridad a los trabajadores, el aumento de la tarifa de la ANDE, entre otros motivos.
“Considerando que Vetorial Paraguay y Vetorial Brasil han pagado salarios a los funcionarios en el orden de US$ 21.000.000, que han invertido en el proyecto una suma estimada en US$ 33.000.000, que la planta hoy posee una capacidad de producción de 5.500 toneladas, más la existencia del consentimiento mutuo y buena voluntad de las partes en terminar anticipadamente y de manera amistosa el contrato de arrendamiento, las mismas acuerdan y manifiestan expresa e irrevocablemente que no será aplicadas multas, penalidades ni intereses previstos en el contrato de arrendamiento”, señala parte del documento, que está firmado por Vinader, además de los representantes de Vetorial, ingeniero Oscar Ribone y Gustavo Correa.
Vetorial estuvo lejos de cumplir el contrato
De acuerdo con los datos, Vetorial inició el arrendamiento de Acepar en febrero de 2014 y se comprometió a invertir US$ 20 millones en la planta, de mondo a que la producción se eleve a 10.000 toneladas de varillas por mes. Ese nivel de producción no fue alcanzado en ningún momento e incluso, se llegó a despachar apenas 3.000 varillas en algunos meses.
Funcionarios sindicalizados de la acería aseguran que la inversión de la empresa brasileña estuvo lejos de alcanzar la cifra que ella dice que invirtió.
En principio, el plazo de arrendamiento fue fijado en 10 años pero a través de una adenda, se extendió a 20. Finalmente, el contrato fue rescindido tres años después de la firma del acuerdo.
Hoy, varias empresas denunciaron penalmente a Gustavo Correa por estafa y otros delitos afines.