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Según los datos, las cargas de mandioca son llevadas desde los departamentos de San Pedro y Canindeyú por camiones paraguayos hasta Pindoty Porã, localidad que linda en frontera seca con el municipio de Sete Quedas, Brasil.
El procedimiento de transbordo de la materia prima se hace en forma descarada, cerca de la avenida principal de Pindoty Porã, a cuadras de la línea de frontera con Brasil. Allí se pesa la materia prima, en una báscula móvil, y luego, con ayuda de estibadores brasileños, se carga la mandioca a camiones de gran capacidad.
“Sigue lamentablemente el contrabando de mandioca del Paraguay al Brasil. Se estima que pasan unas 300 toneladas de mandioca diariamente en perjuicio de la economía nacional”, denunció el dirigente de Cepama.
El acopiador brasileño, una vez completada su carga, sin trámites cruza la frontera por Sete Quedas y se dirige rumbo a alguna fábrica del país vecino. “Nadie controla, ninguna institución pública, ni de Aduanas, ni de la Policía, mucho menos del Senave. Tampoco del lado brasilero existe control. Todos parecen estar haciendo la vista gorda a esta situación que perjudica a la industria nacional”, indicó.
Los últimos datos indican que la productividad media de la mandioca se estima en 16 toneladas por hectárea, con unas 2,8 millones de toneladas cosechadas por año en Paraguay.