Critican venta de carbón y chatarra de Acepar

Titulares del Sindicato de Trabajadores de Acepar (Sitrasa) afirman que la venta de chatarra y carbón de la siderúrgica sería una operación ilegal, por parte de la empresa de origen brasileño Vetorial, nueva arrendataria de la acería.

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El secretario general de Sitrasa, Rubén Ferreira, y el secretario de conflicto, Vicente Gaona, visitaron nuestra redacción para sentar postura acerca de las acciones de la nueva administración de la siderúrgica.

El primer punto mencionado fue la venta de carbón que la arrendataria está realizando a Vetorial Brasil. Señalaron que el interventor judicial, José Luis Vinader, no tiene la potestad de autorizar esa operación.

El presidente de Vetorial, Gustavo Correa, había explicado que al llegar a Acepar encontró un stock de aproximadamente 4.000 toneladas de carbón vegetal, que fueron proveídas a la acería meses atrás, pero por las cuales no se pagó a los carboneros. Por eso, la nueva arrendataria de la siderúrgica vendió todo ese material almacenado a su par de Brasil, para poder pagar a los proveedores.

Pero pese a esa explicación, los sindicalistas ponen en duda la transparencia de la operación, diciendo que la administración actual no exhibe documentos y ni siquiera accede a recibirlos.

En cuanto a la venta de chatarra, que Vetorial realiza a una empresa argentina llamada Acindar, señalaron que se presta al negociado, teniendo en cuenta que no se sabe el volumen exacto de chatarra que se encuentra en el predio de la siderúrgica.

Señalaron que en el mercado se está pagando alrededor de US$ 300 por tonelada de chatarra y al haber gran cantidad de la misma en Acepar, se podrían recaudar millones de dólares, dijeron.

Sobre el punto, el titular de Vetorial aseguró que todo lo ingresado por la venta de chatarra irá a parar a las arcas de Acepar, ya que es su patrimonio. Incluso, la arrendataria pagó deudas de la acería, tanto con proveedores como con el personal, por lo que ese dinero recaudado en concepto de venta permitirá el pago del préstamo que hizo la firma a la siderúrgica.

Los sindicalistas también denunciaron la supuesta discriminación de salarios entre un contratado brasileño y uno paraguayo. Dijeron a modo de ejemplo que a un soldador del país vecino le pagan alrededor de G. 6 millones, sin ser un cargo de alta jerarquía, mientras que prácticamente el mismo salario es el de un jefe de área de origen nacional.

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