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Petropar se comprometió con la florería Alhelí al pago de G. 5.200.000, por la flores que adquirió para regalar a las funcionarias de la petrolera estatal, por el inicio de la primavera. Realizó un primer desembolso de G. 1.200.000 y la factura fue emitida a nombre de Petropar, con un saldo pendiente de pago de G. 4.000.000, según confirmaron en la misma florería.
El gesto de amabilidad que tuvo el presidente Jara no lo pagó con su salario, que supera los G. 36.013.999, sino una vez más, con dinero de los contribuyentes.
Mientras en Petropar se distribuyen flores pagadas por la ciudadanía, la alcoholera de la estatal, en Troche, se cae a pedazos, y tal vez se encuentre atravesando por la peor administración de su historia, con millonarias pérdidas, que de seguro cargarán sobre la petrolera, maquillando balances y costos para disimular la pésima gestión. La planta sufre sucesivos paros, por ser obsoleta y por el manejo político y prebendario. En la noche del martes, de vuelta quedó inactiva por 24 horas, por rotura del eje del ventilador de la caldera. Apenas una muestra del mal manejo de la cosa pública en nuestro país.
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