En el Chaco utilizan tajamares, agua de lluvia y aljibes para abastecerse

En el Chaco Central la población, los productores y las instituciones organizan su propio servicio de agua a través de aljibes, tajamares, superficies de captación de agua de lluvias, molinos de viento, tanques australianos y en algunos casos pozos artesianos. Estas tecnologías tradicionales gozan de mucha confianza y proveen agua a más de 70.000 personas en esta zona del país.

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Solo Mariscal Estigarribia cuenta con un servicio de agua para 900 usuarios de Essap. Aquí­ existe una producción diaria de 1.200 m3 de agua potable, a través de cinco pozos profundos. El encargado, Benicio Agüero, dijo que cada mes hay nuevos pedidos, pero para satisfacer la demanda la Essap necesita de tres nuevos pozos, que ya están proyectados también con ayuda de la Gobernación de Boquerón. La última inversión que se hizo fue en el mantenimiento de los pozos.

Con el acueducto, en el Chaco Central se avisora la posibilidad de instalar un servicio de agua corriente, aunque mucha gente está escéptica a la calidad y el funcionamiento del sistema y prefiere seguir con las tecnologías tradicionales. La concreción del acueducto y la llegada del agua a través de tuberías hasta las casas todavía tomará su tiempo, porque después de la actual colocación de caños desde Puerto Casado a Loma Plata, existe una segunda fase, la construcción de redes de distribución, que aun ni si quiera fue licitada.

Tampoco existe un plan para aguas servidas ni claridad sobre quién finalmente administrará el acueducto, sus redes y el precio final para el consumidor.

Aunque la mayoría de las comunidades indígenas en Boquerón cuentan con sistemas de agua como tajamares, pozos en algunos casos, molinos de viento, aljibes comunitarios y familiares, el agua les escasea muchas veces muy tempranamente, por el simple hecho de mantenimiento de la infraestructura existente, que a veces no funciona por falta de un tornillo que no se repone. Además, por el rápido crecimiento de la población indígena, la cosecha de agua de lluvias en las comunidades es insuficiente. Así por ejemplo, un relevamiento de datos en el distrito de Filadelfia da cuenta que hay un déficit en la actual capacidad de cosecha de agua del 70% en las comunidades, según el encargado de proyectos, Rodolfo Hildebrandt. La municipalidad elaboró programas para reparar y ampliar estos sistemas, pero aún sigue esperando fondos, cuantificados en más de un millón de dólares. También la Gobernación de Boquerón comenzó en estos días con un relevamiento de datos de los sistemas de agua de las comunidades, que serán entregados a la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para su sistematización.

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