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Con perfil bajo y una apariencia de persona humilde, llegó ayer hasta nuestro diario don Roberto Benítez, de 59 años, para contarnos las peripecias que tuvo que pasar en su intento de hacer valer su título sobre las tierras en cuestión, ocupadas por Ganadera Sofía, del presidente de la República. Se trata de 18 hectáreas correspondientes al Lote B-1 de la zona conocida como Fortuna Guasu, distrito de Pedro Juan Caballero (Amambay).
Según relató don Roberto, este inmueble fue comprado por su abuelo hace 31 años y le dio como una suerte de herencia. “Yo me crié con mi abuelo, Ramón Benítez, que fue sargento 1º en la Guerra del Chaco. Recuerdo que cuando yo tenía 26 años me pidió mis documentos para comprar las tierras del IBR, pero nunca le pregunté si eso salió. Recién en 2011 me enteré de que tengo a mi nombre el título Nº 122331 de 1984”, indicó.
Comentó también que accedió a esa información solo porque intentaba que la Secretaría de Acción Social le adjudicara una vivienda y le pedían constancia de no poseer inmueble del Indert. “Cuando saltó mi nombre como dueño de estas tierras, yo me enojé, porque no me iban a dar la casita que estaba pidiendo por ser insolvente. Pero entonces me acordé de que mi abuelo me había hablado de esto, y comencé a gestionar el expediente completo”, agregó.
Así llegó hasta varios abogados del ente rural, quienes le aseguraron que la propiedad es suya, aunque el título no estaba perfeccionado y, además, la tierra era ocupada por Ganadera Sofía. Entre 2011 y 2013, en el Indert se emitió una serie de informes que daban fe de lo señalado, pero las trabas aparecieron en la administración actual, pues ya había asumido Horacio Cartes como presidente de la República y se hacía más difícil la reivindicación de su derecho.
David vs. Goliat
“Yo no tenía plata para contratar abogado; entonces hice solo todas las gestiones. Era como una pelea entre David y Goliat. Lo peor que pasé fue cuando a fines de 2014 me recibió Eligio Vargas, director jurídico del Indert, que hasta me amenazó. Él me dijo: ‘Macaneás y te voy a meter en la cárcel’. Yo me enfrenté a él, porque otros abogados me dijeron una cosa y él me decía otra. Me amenazó con que me puedo ir preso por venta de derechera, pero estas tierras están a mi nombre desde hace más de 30 años, y hoy yo sí puedo vender la propiedad, si es que hay voluntad en este gobierno de hacer justicia”, resaltó.
“Después me fui tres veces a la oficina de Julio López Moreira, gerente de Ganadera Sofía. Él me trató muy bien, fue muy bueno conmigo, pero no me solucionó nada. También llegué a ir a la casa de Sarah Cartes, y me dijeron que deje mi expediente y mi número de teléfono; pero nunca llamaron”, apuntó.
Don Roberto también recurrió al exsenador Enrique González Quintana, a inicios de 2015. Este le dijo que “estaba muy interesado en el tema” y que se comunicaría con el primer anillo de Cartes para llegar a un acuerdo sobre las tierras. “Al principio, el Presidente estaba de acuerdo con comprar mi título, pero parece que después le pasaron un precio muy alto, muy inflado, y él se dio cuenta de eso y ya no quiso”, subrayó.
El dueño de estas 18 hectáreas espera que el Mandatario tenga buena voluntad para resolver el problema, sobre todo considerando que quien recurre a él es una persona de escasos recursos. “Yo sé que para Cartes no es nada lo que pueda gastar. Por eso, si él compra mi propiedad pienso donar una parte a la Fundación San Rafael”, dijo finalmente, esperanzado.
¿Indert reconoce?
El presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Justo Cárdenas, declaró a otro diario que las tierras ocupadas por Ganadera Sofía son fiscales y que deben volver al patrimonio estatal. Según la publicación de ayer, el ente reconoció que la irregularidad se da al menos sobre las 18 ha a nombre de Roberto Benítez Giménez.
Ayer, intentamos comunicarnos con Cárdenas desde la mañana hasta el cierre de esta edición para consultarle al respecto, pero no nos atendió. El gerente del Indert, Carlos Liseras, sí pero dijo que nada sabía acerca de dichas declaraciones.