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Eduardo Rotela manifestó que la equidad y la sostenibilidad de una sociedad dependen de la cantidad y la calidad de bienes públicos que se produzcan y que aportan a la dignidad humana, y se encuentran a disposición de la sociedad en “igual cantidad y calidad”. “Y ahí entra la educación, que es un bien público generador de equidad en una sociedad”, destacó.
Afirmó que debemos preguntarnos cuánta equidad genera nuestra educación pública hoy. Mencionó que aquel que tiene la capacidad económica para llevar a sus hijos a un colegio privado, está accediendo a una educación de mayor calidad en comparación con la que recibe los chicos en instituciones públicas. “Ahí es donde el acceso a oportunidades difiere enormemente, y es ahí donde se inician las inequidades”, enfatizó.
Requerido qué cambios se están dando dentro del sistema educativo de nuestro país, respondió: “Desde Avina entendemos que la sociedad tiene que participar con el Estado en la recuperación, en la creación, generación y en la gestión de los bienes públicos; sobre todo cuando la tarea del sector público es ineficiente. Aquí entran organizaciones como Juntos por la Educación, que son actores de la sociedad civil, principalmente del sector empresarial que, preocupados por la calidad de la educación, deciden generar procesos y dinámicas para apoyar la gestión del Plan Nacional de Educación”.
Acciones prioritarias
Consultado sobre qué acciones priorizaría, dijo que el Gobierno tiene un “Plan Nacional de Desarrollo 2030”, por primera vez en la historia, por lo que las cosas se “están orientando bien”, ya que fue diseñado de manera colectiva y participativa, con la intervención de diversos sectores y es un compromiso a largo plazo.
Agregó que el citado plan también define los ejes, los objetivos prioritarios y las políticas públicas. “A partir de ahí, orienta los recursos y la necesidad de definir indicadores de medición. Dentro de él está la educación como uno de los factores clave a trabajar. Habla de la calidad de la educación y la incorporación de tests como PISA, que hoy es una realidad; así como habla de elevar la cobertura de jóvenes concluyendo la educación media. Por lo tanto, pareciera que la visión está bien definida, pero lo que aquí falta es bajar todo eso a programas concretos, con acciones concretas, con presupuesto adecuado, con indicadores de impacto y progreso, que guíen la acción para los próximos años”, destacó el entrevistado.
Rotela acotó que un plan debe ser lo más amplio e integral posible, donde la calidad del docente es clave, el tema curricular también y, desde luego, el gran tema de infraestructura, que por ser un factor tangible, es uno de los que más atención se ganan cada inicio de año lectivo.