Hace casi 10 años, la ANDE impulsa sin éxito la maquinización de Yguazú

El proceso para la construcción de la central hidroeléctrica Yguazú se inició en 2005, cuando Japón otorgó un crédito de US$ 200 millones a la ANDE. Desde entonces, sucesivas administraciones de la empresa estatal intentaron concretar el proyecto pese a los cuestionamientos.

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La Administración Nacional de Electricidad (ANDE) inició las tratativas para la construcción de la central hidroeléctrica del Yguazú en el 2005, bajo el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, que gestionó y obtuvo un crédito del Banco Japonés a través de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA). En esa ocasión, el ministro de Obras Públicas era José Alberto Alderete y el titular de la ANDE, el Ing. Martín González. Sin embargo, el contrato de préstamo fue aprobado por el Congreso Nacional recién a finales del 2007. Como primera medida, la ANDE contrató por el procedimiento de lista corta a la consultora japonesa Nippon Koei Co. Ltd., por un monto estimado de US$ 25 millones, la que se encargaría de elaborar un “anteproyecto” con base en el cual confeccionaron los pliegos de la licitación, ya bajo el gobierno “del cambio” de Fernando Lugo, siendo ministro el liberal Efraín Alegre y presidente de la ANDE, el Ing. Sixto Amarilla (2008- 2010).

Recién en 2009, cuando asume la presidencia de la ANDE el Ing. Germán Fatecha, se licita el primer paquete, correspondiente a la construcción de obras complementarias, accesos y obrador; el cual fue adjudicado al Consorcio Esteño, por un monto de G. 15.979 millones; unos USS 3,5 millones. Las obras concluyeron en setiembre de 2011.

En ese mismo año, se produjeron los cambios en la cartera de Obras Públicas y asume el Gral. (SR) Cecilio Pérez Bordón y en la ANDE, el Ing. Alex Duré. En ese lapso, se inician los primeros llamados para el lote 2, correspondiente a las obras civiles e hidromecánicas y el lote 3, para la provisión e instalación de las turbinas generadoras.

En el lote 2 se presentaron siete empresas, todas ellas precalificadas. Sin embargo, poco tiempo después, la licitación es declarada desierta por recomendación del Comité de Evaluación. La misma suerte corrió el lote 3, para el cual recibieron una sola oferta, por lo que también procedieron a declarar desierto el llamado.

En junio de 2012 es destituido el presidente de la República, Fernando Lugo, y asume Federico Franco, quien nombra como ministro de Obras Públicas a su correligionario Enrique Salyn Buzarquis y al frente de la ANDE, a un colorado y antiguo funcionario del ente, el Ing. Carlos Héisele. Bajo su gestión, el proyecto de Yguazú cobra un nuevo impulso y rápidamente se reinician los procesos que habían quedado paralizados. Vuelven a licitar el lote 2 y el lote 3, respectivamente. En el lote 2 se presentaron 4 oferentes; de los cuales 2 fueron descalificados y 2 quedaron en carrera. Sin embargo, la ANDE optó por declarar desierto el proceso debido a los altos costos que le presentaron en aquel entonces.
Luego de las elecciones de abril de 2013, en las que resulta elegido Horacio Cartes, salta el escándalo de las irregularidades en el proceso y este pide al gobierno saliente que detenga el proceso. En agosto de 2013, asume como ministro Ramón Jiménez Gaona y en la presidencia de la ANDE, el Ing. Víctor Romero. Bajo esta administración se adjudica el lote 3 al consorcio japonés Toshiba Corporation-Mitsui&Co por US$ 76 millones y se llama de nuevo a licitación para el lote 2, en la que se presentan 4 oferentes, de los cuales solo queda habilitado el Consorcio Constructor Yguazú, que oferta por un total estimado de US$ 252,7 millones.

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