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La empresa brasileña, con un 53% de sus acciones en manos del Estado, enfrenta dificultades en la investigación que realiza de ciertos casos de corrupción en algunas de sus subsidiarias, como la de Santo Antonio Energía, en la que, a través de Furnas, tiene una participación accionaria del 39%.
El estudio jurídico norteamericano Hogan Lovells, al que contrató para que haga las investigaciones necesarias para la presentación del informe que le exige la Comisión de Valores de Nueva York, avanza con mucha lentitud en la recolección de datos, porque las subsidiarias de Eletrobrás, como la de Santo Antonio, no son empresas de capital abierto, razón por la cual no pueden obligarlas a aceptar la auditoría.
El problema, que incluso ya irritó a los auditores norteamericanos, según fuentes especializadas, impediría que Eletrobrás cumpla con el plazo que le impuso la Comisión de Valores.
La suspensión que impusieron a Eletrobrás para emitir acciones a través del principal mercado bursátil del planeta se debió al incumplimiento de este requisito, o sea la presentación de los balances de la firma brasileña de los ejercicios 2015 y 2014.
Esta semana, en un comunicado a sus accionistas, Eletrobrás admitió que enfrenta dificultades para proseguir con las investigaciones que encargó al estudio Hogan Lovells de EE.UU. en determinadas sociedades de propósitos específicos (SPEs) en las que tiene participación minoritaria, directa o indirecta.