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FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Siguen las quejas por el lento y selectivo bacheo que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) lleva adelante en el tramo Río Verde-Mariscal Estigarribia. Si bien la contratista Heisecke ya mejoró algunas partes en zonas como Cruce Pioneros-Cruce Boquerón, parcialmente también hasta Cruce Filadelfia, existen muchas partes donde el drama para los conductores no ha cesado. Hace semanas existe por ejemplo un embotellamiento en la zona del Km 375 hasta 380 (distrito Irala Fernández, Presidente Hayes), donde el contratista sacó el asfalto de un carril, el intenso tránsito se atasca aquí, por falta de un trabajo más rápido. Hace una semana quedaron camiones y camionetas varados aquí en plena lluvia, por intentar avanzar en el carril sin asfalto.
El MOPC tolera que la contratista trabaje lentamente y solo en dos frentes en este tramo de 200 kilómetros, lo que hace que el bacheo aquí sea a paso de tortuga. Aunque la contratista sostiene que por las lluvias poco pudo trabajar este año, la obra ya lleva siete meses de los doce meses previstos por el contrato, se observa que la superficie de varios baches y cráteres no son compactados y cerrados, hay pozos llenados con material asfáltico y en algunos lugares los cráteres recién cerrados se hunden otra vez. Una clara señal de que los bacheos ya no cumplen su función en el tiempo. En los últimos tres años, el MOPC ha gastado G. 170.000 millones en dos bacheos licitados, incluido el actual.
La postura de mucha gente en el Chaco Central es que antes de hacer nuevos asfaltados el gobierno debe recuperar la Transchaco, la ruta más importante de la Región Occidental, que ocupa el 62% del territorio nacional. Después de que el actual gobierno se jacte durante más de tres años de invertir más de US$ 1.000 millones en caminos del Chaco, incluida la recuperación de la Transchaco, los pobladores siguen esperando que esta promesa se cumpla, mientras la ruta está llena de camiones de carga pesada, camionetas, ambulancias con pacientes, que hacen malabares para poder avanzar.