Cargando...
–¿Es cierto que el Gobierno suspendió las negociaciones con Rio Tinto Alcan (RTA)?
–Es que no hay ninguna negociación, lo que había eran unos memorandos de intención (suscritos por el gobierno anterior), que para mi gusto empezaron al revés. Empezaron a negociar la rueda en vez de negociar el motor. Empezaron a negociar un supuesto parque industrial, cuando lo que había que negociar es el tema ambiental, la tarifa eléctrica y la cantidad de empleo. La línea de este Gobierno es bien clara: señores, todas las empresas que quieran venir a instalarse en Paraguay, que garanticen que van a tener controles y estándares ambientales de Primer Mundo, que no pidan subsidio de energía eléctrica y que crean una gran cantidad de empleo, son bienvenidas.
–¿Entonces, RTA pude estar entre las empresas o proyectos que pueden venir a hablar con el Gobierno?
–Claro, le vamos a recibir, las puertas están abiertas. El presidente (Cartes) dijo que les vamos a recibir a todos los que están interesados y les vamos a escuchar, pero este Gobierno no va a empezar a flirtear con un parque industrial. Ellos quisieron meter esa idea para después pedir subsidio.
–Supuestamente se negoció así, porque la planta de aluminio en sí no va a generar muchos puestos de trabajo...
–La lógica es la siguiente: Primer tema, que demuestren que van a tener controles y estándares ambientales de primer mundo, porque de qué sirve una empresa que cree 100.000 empleos y contamina. Segundo tema, que demuestren que no van a pedir subsidio de energía eléctrica. Tercero, ahora vamos a hablar de los empleos. También, por instrucciones del Presidente, me he comprometido a que, el día que Rio Tinto haga una propuesta se tendrá que informar a la ciudadanía de todo lo que está sobre la mesa.
–Aparte de esos tres temas, ¿qué más exigirían a RTA, en el caso de que se vuelvan a acercar?
–Supongamos que se acerquen ahora; nosotros les vamos a preguntar qué es lo que necesitan para instalarse en Paraguay, pero le vamos a exigir que todo nos pongan por escrito. En el momento que entreguen sus propuestas, nosotros nos comprometemos a contar a la ciudadanía qué es lo que piden. Normalmente, los inversores que llegan a nuestro país, solicitan los beneficios de la Ley 60/90, de fomento a las inversiones, y nada más. Pero desde el momento que nos pidan “cosas extraordinarias”, la ciudadanía tiene derecho a saber. Nosotros vamos a actuar en esto con total transparencia.
–En algunas publicaciones se ha dado la impresión de que el Gobierno ya rechazó este proyecto...
–Este Gobierno no ha tratado este tema todavía. Nosotros queremos que el mundo venga a invertir en Paraguay, y no podemos cerrarle las puertas a la gente. Vamos a estudiar caso por caso los megaproyectos, vamos a mantener la transparencia, porque esa es la política que bajó el Presidente de la República.
–¿El Gobierno hoy puede afirmar que no quiere ni le conviene al país este tipo de inversiones?
–No podemos, porque no tenemos los argumentos para juzgar. Yo no sé cuál es su oferta en lo ambiental, en lo tarifario y en materia de empleos. Ahora, vamos a ser sinceros, hay industrias de aluminio en el Primer Mundo que no contaminan, donde pagan la energía a precio de mercado. Entonces, ¿cómo nosotros nos vamos a cerrarnos sin saber cuál es la propuesta? Porque hasta ahora son suposiciones.
–¿Qué piensa de la posición de ciertos sectores políticos de cerrar el país a este tipo de inversiones?
–Lo peor que puede hacer un país es cerrarse a algo que no ha sido propuesto.
Julio Alberto Fleitas A.
Los antecedentes de RTA
Alcan Inc es la compañía aluminera más importante de Canadá y la tercera a nivel mundial, por detrás de su casa madre Alcoa (de la cual se separó en 1928) y Rusal. No obstante, Alcan es la más grande en ventas. Extrae bauxita (mena de aluminio), fabrica y recicla placas de aluminio, papel aluminio, alambre y cable, además de aditamentos para puertas, ventanas y autopartes. Tiene más de 470 instalaciones en 65 países y comercializa para las industrias del embalaje, transporte y construcción. En 2007 obtuvo unos ingresos de US$ 23,6.000 millones de dólares y tenía 68.000 empleados en 61 naciones. La empresa negocia hace como cuatro años su instalación en Paraguay.