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Recordó que tras los últimos viajes que realizaron este año las autoridades de la petrolera a Venezuela, en enero y luego en febrero pasado, el país caribeño ya no respondía a las requisitorias paraguayas para avanzar en las negociaciones, agregó Duarte el último fin de semana durante una conversación telefónica.
Según Petropar, la deuda con PDVSA asciende a US$ 267 millones, pero la cifra sería mucho mayor, por encima de US$ 300 millones, debido a los intereses que siguen abonándose a rajatabla.
Las operaciones con Venezuela empezaron durante el gobierno colorado de Nicanor Duarte Frutos y se consolidaron en la administración de Fernando Lugo, disparándose cada vez más el pasivo por la provisión de hidrocarburos enviados por la estatal venezolana. Esta provisión arrancó con la firma del Acuerdo Energético de Caracas, firmado por los presidentes Nicanor Duarte Frutos, de Paraguay, y Hugo Chávez, de Venezuela, en noviembre de 2004, que contempló un interés del 2% anual, aunque hubo administraciones de Petropar que llegaron a pagar hasta un 18% anual.
En Petropar históricamente explicaron que este desequilibrio financiero registrado con la deuda se basó en el subsidio aplicado por los gobiernos de turno al precio del gasoíl. No obstante y en honor a la inteligencia de los ciudadanos, debe destacarse que esta financiación también solventó numerosos hechos de corrupción que desangraron significativamente al ente.
La postura oficial del Gobierno actual sobre la deuda con PDVSA es seguir extendiéndola en el tiempo, tal como se ha venido realizando hasta ahora. Esto implica ampliar el plazo de pago hasta al menos el 2023.