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En este tema “se plantea la reactivación del ferrocarril como un proyecto real, posible, patriótico, de ejecución inmediata sobre una franja de dominio propia y existente, conveniente para el país, que cuenta con un proyecto de factibilidad económica, con financiamiento propio sin aval del Estado (...), no se trata de un anteproyecto ficticio o irrealizable, o sin financiamiento”, dice el comunicado firmado por el Abog. Luis Carlos Jara, titular de la Coop. Ferroviaria Pdte. Carlos A. López.
El proyecto de construcción de un nuevo sistema de trenes Asunción-Encarnación fue elaborado por el grupo europeo “R&M Infrastructure Projects Holding Switzerland AG”, que en enero de 2011 suscribió un acuerdo técnico y financiero con la Cooperativa, que a su vez había firmado meses antes, el 27 de septiembre de 2010, un “contrato de mandato” con Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa).
Tras una serie de gestiones ante el Gobierno anterior, la Cooperativa llegó, incluso, a realizar un acto de inicio de las obras, el 21 de octubre de 2012, en la Estación Botánico, al que asistió el entonces titular del MOPC, Enrique Salyn Buzarquis, quien luego dio la espalda al proyecto del tren para impulsar la autopista Ñu Guasu, ocupando 6,3 km de franja de dominio ferroviario.
“Circunstancias irracionales e intereses sórdidos del gobierno anterior impidieron el inicio de las obras previstas”, dice al respecto el comunicado en cuestión.
Con gobierno de Cartes
Tras lo ocurrido con los gobiernos anteriores, la Cooperativa Ferroviaria expone ahora “su expectativa y confianza en el Gobierno del presidente Horacio Cartes, a quien ya ha presentado notas mediantes toda la documentación sobre el proyecto y ha solicitado audiencia para una reunión con ejecutivos de la firma suiza R&M” a fin de concretar lo antes posible los trabajos necesarios.
Según la declaración de prensa entregada ayer, “el nuevo gobierno tiene la responsabilidad (...) de decidir entre la reactivación de nuestro sistema ferroviario, marcando así el nuevo rumbo para el Paraguay, o bien, seguir la senda de la expoliación y exterminio del patrimonio histórico y cultural del Estado en el Ferrocarril, patrocinado por el gobierno predecesor”.
Precisamente, para encarar una posible conversación con el Poder Ejecutivo, dos de los principales ejecutivos de “R&M”, Günther F. Kuhn (presidente) y Andreas Mattig (miembro del directorio), estuvieron en el país en la primera semana del presente mes, pero no pudieron hablar con Cartes, limitándose a contactos con autoridades y técnicos del MOPC.
En la ocasión, Mattig dijo a nuestro diario que las cifras de la posible inversión se mantienen entre 600 millones y 800 millones de dólares, y que los planes apuntan a la utilización de locomotoras diésel-eléctricos.
En principio, el “contrato de mandato” prevé 20 años de explotación por parte de los financistas, prorrogables por otros 20 años en caso de que no recuperen la inversión en el primer lapso. La idea inicial de todo esto fue del Dr. Ricardo Franco Lanceta, fallecido en mayo pasado.
Financiar la parte de EBY
En su reciente visita a Asunción, Andreas Mattig, ejecutivo de “R&M”, anunció que dicha firma está en condiciones de financiar y ejecutar las obras ferroviarias que por “notas reversales” del tratado binacional corresponden a la entidad Yacyretá, en este caso un tramo de casi 90 kilómetros, entre Encarnación y Artigas, que la EBY debe reponer por haber inundado con su embalse varios kilómetros de vías en el departamento de Itapúa, incluyendo la estación de Encarnación. “R&M” pide que la EBY licite esas obras para garantizar todo el proyecto.