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Más de 150 familias campesinas siguen sin recibir las tierras prometidas por el titular del Indert, Justo Cárdenas, quien había trasladado hace un año y siete meses a los labriegos desde Ñacunday, del mismo distrito, hasta Santa Lucía.
“El presidente del Indert firmó un compromiso con nosotros de que iba a ubicarnos en los lotes en 60 días, pero de eso ya pasaron siete meses y seguimos sin las tierras”, explicó el titular de la Comisión Vecinal Santa Lucía, Juan Noguera.
Incluso, según lo agregado, el ente agrario está actuando jurídicamente en contra de las familias, pues denunció a campesinos que desde inicio de esta semana están apostados frente a un inmueble de la zona aparentemente explotado por un productor no sujeto de la reforma agraria. “El Indert nos está desconociendo y formuló denuncia en la comisaría 10 de Vacaretã”, dijo el dirigente.
Por su parte, otro poblador de Santa Lucía, Castorino Ynsfrán, señaló que el responsable de todos estos conflictos es Cárdenas, pues trasladó a cientos de familias sin que las condiciones estén dadas. “Estamos peor que en Ñacunday, viviendo frente a una propiedad que es un sojal”, aseveró el labriego.
El Indert prometió entregar 5 hectáreas a cada familia para producción de renta, además de una hectárea para vivienda y cultivo de autoconsumo, pero no cumplió. Estos campesinos son los que estuvieron 14 años en Ñacunday, en una propiedad a nombre de Tranquilo Favero, con supuesto origen ilegítimo.