Subsidio de combustible perjudica al final al consumidor, advierte Apesa

El sector privado del rubro combustibles de nuestro país está sumamente preocupado por la delicada situación que se crea por la amenaza de fijación de precios irreales de los combustibles por parte de Petropar, dijo Alejandro Guggiari, titular de Apesa. El subsidio en combustibles juega en detrimento del consumidor final, afirmó a su vez Carlos F. Gold, del gremio de hidrocarburos de Argentina.

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El subsidio en que incurre Petropar para diversos combustibles que se comercializan en nuestro país, es tremendamente perjudicial porque las diferencias terminan pagando toda la ciudadanía, quienes utilizan combustible y quienes no lo hacen.

“Veo como una situación sumamente delicada y estamos preocupados”, manifestó Alejandro Guggiari, presidente de Apesa (Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicios y Afines).

“¿Quién va a terminar pagando el subsidio o los descuentos que Petropar hace? Todos los que usaron y los que no usaron combustible”, expresó.

A su criterio, el gobierno que asumirá el 15 de agosto próximo deberá encarar con seriedad y responsabilidad la situación y sobre todo, replantear el rol de Petropar. Es necesario saber “cuáles van a ser las limitaciones que pueda tener Petropar dentro del rol que le toca, porque hoy ya no sabemos realmente cuál es el rol de Petropar”.

Sobre el tema del subsidio que aplican empresas petroleras estatales a los combustibles también consultamos a Carlos Gold, de la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines de Argentina, aprovechando su participación en Asunción en el 54° congreso de la Comisión

Latinoamericana de Empresarios de Combustibles (Claec). “Somos firmes partidarios y defensores de que los precios deben moverse de acuerdo al libre juego de la oferta y la demanda y no por una imposición y menos aún cuando existen subsidios de por medio”, respondió.

Señaló que la práctica del subsidio no contribuye a dar claridad ni transparencia al mercado, porque también se da una competencia desleal. Nunca se podrá tener las mismas condiciones que las que puedan tener las estaciones de servicio del Estado. “Genera una competencia desleal que tenemos que tratar de desarticular en pos de proteger al más débil”, recalcó.

Ambos dirigentes coincidieron en la necesidad de contar con un marco legal regulatorio y no solo usar decretos y ordenanzas.

En el caso de nuestro país, Guggiari definió al mercado del combustible como un “canibalismo, de todos contra todos, producto de la falta de una reglamentación y sobre todo de indefinición de cuál es la política”.

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