Estas adjudicaciones millonarias realizadas por Petropar son un contrasentido, ya que se trata de una empresa en quiebra, con un pasivo que supera ampliamente sus activos. Solo la deuda que mantiene con Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), superior a US$ 300 millones y que hasta ahora no se honra, además del cada vez menor movimiento comercial que registra el ente en el mercado de los combustibles, deberían ser motivos más que suficientes para que sus administradores opten por la discreción en los gastos en que incurren. Y las autoridades del Poder Ejecutivo, nada dicen.
La referida licitación se concretó en agosto último y favoreció a la firma Automotor SA, representada por Rubén Darío Valenzuela, por G. 826.000.000, así como a la empresa Cuevas Hermanos SA, representada por Carlos Aníbal Cuevas Pérez, por un total de 293.880.000 guaraníes.
Las unidades adquiridas corresponden a tres lujosas camionetas y cinco automóviles, de las marcas representadas por las citadas concesionarias.
Para “mejorar imagen”
Otro proceso licitatorio no menos llamativo es el que se encuentra en curso y a través del cual Petropar pretende “mejorar su imagen”.
Se trata del proceso de “contratación de servicio de comunicación e imagen para Petropar”, cuya fecha límite para presentación de ofertas vence el próximo 23 de noviembre. En este caso, pretende pagar desde G. 80 millones hasta G. 750 millones, según los varios ítems licitados que, de acuerdo con Petropar, con ello buscará “mejorar su imagen”.