Investigar la supuesta distribución de dinero en termos entre colorados

Definitivamente el 2025 arrancó como un año cargado de nuevas sorpresas, si bien en el 2024 nuestros glotones legisladores se llevaron el “premio mayor” acumulando bochornos y desvergonzadas actuaciones. Este año que se inicia ha sido Santiago Peña el protagonista de papelones diplomáticos, aparente mal uso del dinero público y una grave confirmación realizada por el dirigente colorado David Heyn, quien en una entrevista aseguró que aproximadamente 50 seccionaleros de Asunción y Central habían recibido la suma de G. 5.000.000 dentro de un termo como regalo de Navidad. “Fue un regalo de la Presidencia de la República, del Presidente y de la dirigencia colorada. El Presidente entregó dentro del hoppie” manifestó Heyn, al tiempo de expresar que antes de este suceso se realizaron otras “entregas”, totalizando G. 21.000.000 entre setiembre y diciembre del 2024.

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Pero como la mayoría de nuestros políticos ha perdido la conciencia sobre lo propio y lo ajeno, normalizar lo que está mal se ha vuelto costumbre. Es por ello que el presidente de una seccional de Lambaré de nombre José Carambali inició una sesión informando muy contento que recibió G. 5.000.000 del Presidente de la República, según Heyn, quien comentó además que algunos seccionaleros están rindiendo cuentas del uso del “regalo presidencial” mientras que otros no lo hacen. De hecho, este nuevo escándalo ha tomado estado público “gracias” a que Heyn exigió la rendición de cuentas del destino de la suma de dinero entregada en Mburuvicha Róga.

Este presunto “carnaval” con dinero cuyo origen se desconoce despertó inmediatamente el interés de la ciudadanía y de otros actores políticos quienes no se demoraron en dar su parecer. Sin embargo, tras ser consultado sobre la veracidad del asunto, Santiago Peña respondió que sí se entregaron los termos durante un encuentro con los dirigentes de seccionales el pasado mes de diciembre, que esos termos fueron una donación de otro dirigente y que a él no le consta que se haya entregado dinero adentro puesto que el suyo estaba vacío. Es medio difícil de creer que en un encuentro de dirigentes partidarios con el Presidente de la República se hayan regalado solo termos, el objeto más común en los mercados y hasta en las calles, salvo que estos tengan un gran valor artístico o estén revestidos de algún metal precioso, en cuyo caso también tendrían un alto valor.

Como es costumbre, Peña intentó minimizar la grave denuncia apelando a la victimización, alegando que “esta noticia trata de deslegitimar, atacar, contaminar y desvirtuar” su trabajo. Enfatizó que muchas veces se le quiere dar una connotación negativa al seccionalero, y aseguró que, sin embargo, son quienes “defienden la democracia”. No obstante, los hechos destapados por los propios dirigentes de seccionales tejen un manto de sombra sobre la administración de los recursos públicos, y lo que se espera de él no es precisamente un discurso de victimización con delirios de persecución, sino el compromiso de indagar, echar luz sobre lo ocurrido y llegar hasta las últimas consecuencias para esclarecer los hechos.

No obstante, las instituciones encargadas de investigar y aclarar el manejo irregular de dinero no pueden ser convidados de piedra de todo este triste espectáculo. Tanto Seprelad, como la Contraloría General, el Ministerio Público y DNIT deben investigar la veracidad de estos hechos y el origen del dinero. El TSJE debe informar sobre la rendición de cuentas del Partido Colorado ya que la ciudadanía tiene el derecho de saber si ese dinero del que se habla es patrimonio del presidente Peña, es dinero del Partido Colorado, es una donación y en ese caso cuál es el origen de la misma, o es dinero del pueblo paraguayo. Recordemos que las leyes financieras obligan a todos los habitantes de la República a informar el origen de sus ingresos y el destino de sus egresos, además de establecer un impuesto por “regalos en efectivo” que debe ser declarado al fisco.

Por lo tanto, muy lejos de minimizar este grave hecho, existe una obligación por parte del jefe de Estado de impulsar la aclaración de lo revelado por los propios dirigentes colorados, así como una obligación por parte de estos de informar el destino del “regalo” y el concepto en el cual fue recibido. Existe una obligación por parte de las instituciones investigativas de seguir el flujo y el origen de los fondos y de las instituciones tributarias de controlar y hacer cumplir la ley en igualdad de condiciones. Es muy grande el monto del dinero de los contribuyentes que se distribuye generosamente en forma de gastos reservados o gastos de representación, que no puede descartarse que en vez de ser utilizado en beneficio del país simplemente vaya a comprar conciencias.

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