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Todos quedaron con la incertidumbre, no podían creer lo que estaba pasando, indicó Jorge Lencinas. En una verificación hecha por funcionarios de la Dirección de Fiscalización de la Seam, la institución emitió un comunicado en el que indica que los controles se realizaron en Ype Ka’e, Villa Oliva, Zanjita y Alberdi del departamento de Ñeembucú, zonas donde se encontró que había mortandad de peces, en aguas del río Paraguay.
Durante el recorrido comprobaron la existencia de gran cantidad de materia orgánica disuelta en el agua y que se presume provienen de industrias ubicadas en ambos lados del río Paraguay, es decir, en nuestro país y en la Argentina, refiere una parte del escrito de la Seam.
Los técnicos dialogaron con pescadores de la zona y obtuvieron más datos sobre la preocupante situación. Se resalta en el reporte que en la desembocadura del riacho Negro o Negrillo se observó coloración oscura y turbia del agua.
Se solicitará la verificación de la laguna Juana, distante a unos 12 kilómetros aguas abajo de Villa Oliva, lugar donde se comprobó que la gran mayoría de los peces muertos venían flotando desde el lado argentino, indica el comunicado.
La Seam solicitó ayer informe vía Cancillería a la República Argentina respecto a las actividades que se realizan en los establecimientos ubicados en territorio vecino en el límite con Paraguay, según se informó ayer desde la institución ambientalista.
Se siguió pescando y vendiendo
“La gente siguió pescando y muchos no entendieron que los peces estaban contaminados, pese a los informes y alerta por las redes sociales. Y los peces más grandes son luchadores, pero al final se entregan fácilmente, inclusive un supermercado de San Lorenzo estaba vendiendo, con los riesgos que esto significa”, manifestó Lencinas.