Cargando...
CAPIATÁ (Antonia Delvalle C., corresponsal). Uno de los pasacalles fue colocado sobre la Ruta II Mcal. Estigarribia y otro cerca de la iglesia Virgen de la Candelaria, a una cuadra de la vía principal que cruza por este distrito.
Los pobladores apuntan como responsables del “ataque” al senador Derlis Osorio (ANR), que junto a seis colaboradores querelló al padre José María Velasco por difamación, calumnia e injuria.
Otros querellantes del párroco son el intendente de Capiatá, Antonio Galeano (ANR), el concejal Néstor Castellano (ANR), Óscar Américo Barreto Brizuela, presidente del Sportivo Capiatá y de la Liga Capiateña, y Carlos César Ramírez Valdez, tesorero de la Cooperativa Capiatá. Además, Fidelio Rojas, presidente del Colegio de Abogados de Capiatá, y Erico Galeano Segovia, empresario y vicepresidente del Deportivo Capiatá.
El tribunal de sentencia, integrado por el juez Rolando Duarte Martínez (presidente) y Javier Sapena Bibolini, resolvió admitir la querella, patrocinada por los abogados Liz Samaniego y Miguel Adrián García.
Los querellantes se sintieron “agraviados” por publicaciones del semanario Virgen de la Candelaria, dirigido por el padre Velasco.
“Es un manoteo de ahogado de gente que no quiere ser criticada porque se creen todopoderosos, intocables y que pueden seguir manteniendo a nuestra ciudad en la miseria”, afirmó el presidente de la Contraloría Ciudadana, Juan Eladio Rojas Zárate.
La frase: “No a la huida masiva de los católicos capiateños de la Iglesia: Renuncia Velazco”, se podía leer en los pasacalles, que fueron retirados por personas anónimas en horas de la tarde. También arrojaron panfletos en algunas zonas con supuestas “incógnitas de los capiateños” sobre el manejo del colegio parroquial y de la iglesia y fuentes de financiamiento de “viajes a Europa” que realiza el religioso.
Rojas Zárate señaló que los pasacalles son una señal de que le molesta a un grupo que el sacerdote no tenga empacho en denunciar –a través del semanario Virgen de la Candelaria– irregularidades e indicios de corrupción imperante en todas las instituciones de la ciudad. “Creo que esto es un manoteo de ahogado”, resaltó.
Señaló que ya en año anteriores aparecieron panfletos anónimos en busca de desprestigiar al sacerdote y al grupo que lo acompaña, que trabaja en crear conciencia ciudadana a fin de erradicar las malas prácticas y por precautelar el bien común.
“Si fueran católicos porque no van a estar de acuerdo con que se denuncie lo que está mal, acaso Jesús no echó a los mercaderes del templo. Si todos queremos una sociedad más justa, primero tenemos que luchar contra los privilegios, contra la corrupción”, acotó el presidente de la Contraloría Ciudadana Despertar Cristiano.