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SANTA ROSA DEL AGUARAY, Dpto. de San Pedro (Omar Acosta, corresponsal). El Centro de Formación Integral para personas ciegas funciona desde hace ocho años en este distrito, capacitando a los no videntes para que puedan ingresar a colegios y universidades. Pese a la importante labor que cumple, funciona con una precaria infraestructura edilicia y además precisa la urgente contratación de un docente.
Carlos Martínez, licenciado en Ciencias de la Educación, se desempeña como director del Centro de Formación Integral. El profesor es invidente y más que nadie conoce las necesidades de los alumnos de la institución.
“Aquí los alumnos aprenden el sistema braille, el uso de bastón blanco y las diversas actividades diarias”, señaló Martínez.
Destacó la importancia de la labor de la institución, ya que los alumnos capacitados en el centro continúan sus estudios en colegios y universidades normales. “No les abandonamos, les acompañamos y la mayoría trabaja. Incluso algunos están en la función pública, son logros que hemos conseguido”, expresó.
No obstante, lamentó la falta de atención de las autoridades para que el servicio a los no videntes sea óptimo. En ese sentido, dijo que el centro tiene solo un aula y una pequeña residencia para los alumnos.
Indicó que existe la promesa de las autoridades de Municipalidad local de construir un aula más dentro del programa Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide). “Hemos escuchado siempre al presidente electo (Horacio Cartes) referirse de buena forma hacia nuestro sector y tenemos esperanza de que tanto el gobierno central como departamental nos apoyen más”, dijo.
Sostuvo que el Centro de Formación está rebasado en su capacidad, pues existen más de 50 ciegos en el departamento de San Pedro que necesitan de apoyo especial, pero apenas pueden atender a doce.
Con el apoyo de la Asociación de Ciegos del Paraguay solventa la residencia y alimentación a los alumnos, mientras el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) otorga dos rubros para docentes no videntes y un rubro para un docente vidente. “Estamos tres, pero urge un docente vidente más, ya que ahora tenemos varios alumnos en colegios y universidades y se les debe copiar sus lecciones, dictar y ayudarles”, expresó Martínez.
La mayoría de los alumnos trabajan como locutores en radios comunitarias y logran obtener ingresos económicos. Otros hacen trabajos de manualidades para comercializar. “La idea es que cada quien genere su propio ingreso y estudie”, finalizó Carlos Martínez.