El joven, que tiene una hermana de 14 años (Araceli), necesitaba 6.000 dólares mínimos para confirmar el usufructo de la beca y consiguió recaudar luego de que la población se enterara que vendía pizzas para ello. Además del aporte de la comunidad.
Su madre, Mirtha Delvalle, es cocinera, y su papá, José Báez, es mozo. Ambos no culminaron el colegio porque desde muy temprano comenzaron a trabajar, por lo que pelearon para que sus hijos pudieran estudiar.
Mirtha cuenta que Roland desde pequeño obtuvo buenas calificaciones. A los 12 años decidió acudir a un instituto de idiomas para estudiar inglés. Para solventarlo, trabajó de ayudante de mesero, mientras cursaba el secundario en el colegio Domingo Savio, de su barrio.
Báez participó del programa de becas “Oportunity Founds” de la Embajada de Estados Unidos. Realizó un curso de dos años, todos los sábados, en Asunción: y luego presentó solicitudes a varias universidades estadounidenses hasta que el 3 de diciembre pasado recibió la más conveniente para él, la de Whitworth University, de Spokane, Washington. Allí estudiará Relaciones Internacionales con énfasis en Ciencias Políticas.
La embajada de Estados Unidos correrá con la provisión de la visa, pasajes aéreos y un viático de 800 dólares, mientras que la universidad cubrirá el 80% de los 50.000 dólares que costarán sus estudios. Los restantes 14.000 dólares debían correr por cuenta del joven, que tenía que depositar ese dinero para el 14 de julio y no lo tenía.
El ministro de Educación, Enrique Riera lo recibió, pero no consiguió los fondos. “Nos dijo que iba a intentarlo. Pero nos informó después que no consiguió beca alguna”, señaló Mirtha.
Luego de acudir en vano a Itaipú Binacional y a la Cancillería, ya cerca de la fecha Roland visitó la redacción regional de este diario para relatar su historia, que fue publicada y una de la más leídas en ABC Digital. A partir de allí la ciudadanía rápidamente comenzó a llamarle.
“Fue impresionante. Llegaron a hacerme giros pequeños, de G. 20.000; y una señora aportó G. 1.100.000. Del colegio “Roberto L. Petit” me entregaron G. 250.000 que juntaron en una colecta entre compañeros y vendimos más de 200 pizzas”, comentó emocionado Roland.
Todo ayudó, tanto lo económico como el apoyo de tantas personas que confiaban en mí y que me daban fuerzas para insistir y cumplir mi sueño, relató Roland.
Los propietarios de la empresa donde trabaja su madre decidieron ayudar otorgándo a la familia un préstamo de 5.000 dólares que ella podrá pagar en forma mensual, sin intereses. Además, para completar, Araceli decidió renunciar a los G. 5 millones con los que celebrarían su fiesta de 15 años y aportarlos al viaje de su hermano.
Roland se prepara para viajar a Estados Unidos este 26 de agosto y comenzar las clases el 7 de setiembre próximo.