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VILLARRICA (Antonio Caballero, corresponsal). El escrito de imputación de los religiosos Francisco Javier Bareiro y Gustavo Ovelar fue presentado a tempranas horas de ayer en el despacho del juez penal de garantías de Villarrica, Bienvenido González. Bareiro y Ovelar pertenecen a la congregación Oblatos de María Inmaculada y fueron denunciados en 2014 por un grupo de seis jóvenes por acoso y abuso sexual. Según las acusaciones, los hechos ocurrieron entre los años 2011 y 2013, cuando las víctimas tenían entre 16 y 21 años de edad.
Ambos sacerdotes se desempeñaban como párroco y vicario pastoral de Paso Yobái, respectivamente, en el periodo en que sucedieron supuestamente los abusos y acosos sexuales.
La causa ingresó en marzo de 2015 en la unidad de la fiscala Perla Cáceres, pero después pasó a cargo del fiscal Carlos Alvarenga. Además, en los primeros meses de 2015, por disposición del obispo de la diócesis de Villarrica, monseñor Ricardo Valenzuela Ríos, los curas fueron separados de los cargos que ocupaban.
De los primeros seis jóvenes denunciantes, dos se retractaron, presumiblemente por presiones. Ambos, al igual que sus familiares, dependían laboralmente de la parroquia de Paso Yobái.
En noviembre de 2015 se presentó en la fiscalía un exseminarista que denunció que en 2006, cuando tenía 21 años, fue manoseado por el sacerdote Bareiro durante un misión religiosa que realizaron los oblatos en la ciudad de Horqueta. Este caso fue derivado a la fiscalía de Concepción.
En abril de este año, un adolescente de 15 años de edad denunció que fue abusado por el expárroco de Paso Yobái Gustavo Ovelar, cuando tenía 13 años de edad. El adolescente, que vive en Paso Yobái, relató que sufrió un sistemático abuso entre agosto y noviembre del año 2014, cuando tenía 13 años de edad.