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VILLARRICA (Pablo Gastón Ortiz, corresponsal). En 2014, un grupo de seis jóvenes de la zona de Paso Yobái, departamento del Guairá, denunciaron que supuestamente fueron hostigados y manoseados por el excura párroco de esa ciudad Gustavo Adolfo Ovelar Núñez (61), y el exvicario pastoral Francisco Javier Bareiro Acosta (45). En ese entonces, sus edades oscilaban entre 16 y 21 años y los presuntos abusos ocurrieron entre los años 2011 y 2013, durante retiros espirituales y en jornadas previas a actividades litúrgicas.
En noviembre del año pasado se sumó a las denuncias un exseminarista de iniciales F.R.A.V., que contó que en el año 2006 fue manoseado por Bareiro durante una misión en la localidad de Horqueta. Este caso fue derivado a la fiscalía de Concepción.
Ayer declararon en la fiscalía de Villarrica tres de las presuntas víctimas y uno de ellos aseguró que fue manipulado y presionado para tener contacto sexual con el presbítero Bareiro. Se trata de un hombre de 22 años de edad, con las iniciales L.D.B., quien en su relato ampliado y muy explícito mencionó que el episodio data de 2013.
En principio, en 2014 fueron seis los jóvenes que denunciaron presuntos hechos de acoso y abuso. La Congregación Oblatos de María Inmaculada (OMI), a la cual pertenecen los religiosos, hizo la presentación en la fiscalía de Villarrica en cumplimiento del protocolo que rige en estos casos en la congregación.
Después, dos jóvenes que supuestamente fueron acosados por Gustavo Ovelar –de iniciales M.A.M.G. y J.G.G– terminaron retractándose. Son primos y, al igual que varios de sus familiares, trabajaban en la parroquia de Paso Yobái, por lo que se presume que fueron presionados para cambiar su versión de los hechos.
El lunes último fueron llamados a declarar y nuevamente negaron los presuntos hechos denunciados en 2014. Fue ante el fiscal de la causa, Carlos Alvarenga, quien dispuso llamar nuevamente a todas las partes.
Otras dos presuntas víctimas, de iniciales D.B.F. y A.C.B., se ratificaron en que fueron manoseados por los curas. También declararon los padres de J.A.B., quien actualmente vive en la Argentina.
Para hoy y mañana está previsto que testifiquen los sacerdotes acusados.
Ovelar y Bareiro coincidieron en afirmar que todo es una mentira orquestada por el excatequista José Benítez, con el que tuvieron roces debido a que le prohibieron organizar algunas actividades religiosas. El hombre fue el que reunió a los jóvenes y llevó las denuncias ante los superiores de OMI.