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Está ubicada en el distrito de Caaguazú en un predio de 88 hectáreas. Cuenta con un hospital-escuela y una escuela que funciona con el sistema plurigrado. Se dedican al cultivo de maíz y poroto, apicultura, piscicultura y ganadería.
La comunidad comenzó a desarrollarse mediante las gestiones de la hermana Ramona Espínola y la benefactora María Yolanda Moreno de Ruiz. Rápidamente tuvo el soporte de donaciones privadas y el apoyo de algunas instituciones del Estado.
Actualmente las ayudas son administradas por la Fundación Asociación Rural del Paraguay para el Desarrollo (Fundarp).
La organización de la comunidad en lo referente a la producción agropecuaria se consolida cada vez más.
El hospital-escuela “Tesãirã rekávo” ya es una realidad, aunque todavía falta equipamiento para brindar buena atención a las 230 familias que conforman la comunidad. También hay que convertir la escuela Ñane Maiteî en un modelo de institución educativa indígena.
Los integrantes de la Comisión de Acción Social de la Asociación Rural del Paraguay (CAS-ARP) realizaron una visita a la comunidad hace unos días. En el hospital fueron recibidos por el doctor Nicolás Sosa, director del nosocomio y por las indígenas Lidia Vargas y Blanca Duarte, que son promotoras de salud y trabajan ad honórem en las áreas de farmacia, vacunación y otras.
El doctor Nicolás Sosa refirió que la institución brinda atención médica y provee medicamentos de manera gratuita a indígenas y campesinos de la zona en diversas áreas, como odontología, ginecología, pediatría. Añadió que en el lugar de vacunación varias mujeres y niños acuden diariamente.
Necesita equipamiento para quirófano, ambulancia y rubros para personal de blanco e indígenas promotoras de salud, que ya están cursando la carrera de enfermería, mediante becas de una universidad privada de Caaguazú.
María Yolanda Moreno de Ruiz, presidenta de la CAS-ARP, indicó que se encuentran abocados a la construcción de un salón multiuso donde se realizarán capacitaciones, teniendo en cuenta que es un Hospital-Escuela. Además, a la edificación de una morgue, un depósito y el emplazamiento de un estacionamiento de ambulancias que son esenciales para el funcionamiento de la institución.
También existen varios proyectos, como la producción de plantas medicinales, dirigido por el médico de la comunidad y apoyado por profesionales voluntarios e instituciones educativas que realicen estudios científicos.
Además, se apunta al crecimiento de las producciones agropecuarias para el abastecimiento de la comunidad.
Dijo que están esperanzados en seguir recibiendo donaciones y ayuda de instituciones del Estado para poder avanzar en los planes.
En la comunidad funciona una escuela con el sistema plurigrado con 26 alumnos. En el turno mañana estudian los del primer, segundo y tercer grados, mientras por la tarde los del cuarto, quinto y sexto grados.
Cuenta con dos docentes de la comunidad, que recibieron la capacitación necesaria para enseñar. También tienen el acompañamiento constante del supervisor de la Educación Indígena, Área 1, licenciado Mario Rojas.
La CAS-ARP emprendió el proyecto de construcción de una cocina-comedor para que los niños puedan educarse y recibir la alimentación correspondiente en la institución. Para comenzar la obra cuentan con apoyo financiero de la benefactora Elizabeth Durand de Lima.
La CAS-ARP entregó además alimentos aportados por la Comunidad de Carmelitas Descalzas de Asunción.
La escuela precisa la instalación de una biblioteca, equipos informáticos, entre otros. Las personas que deseen aportar al crecimiento de la comunidad pueden hacerlo a través de Fundarp.