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YAGUARÓN (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). Monseñor Mario Melanio Medina presidió ayer la misa central en honor del protector espiritual de la comunidad católica de este distrito, San Buenaventura. La eucaristía fue concelebrada por sacerdotes de la Diócesis de Carapeguá y laicos de este distrito.
El obispo emérito de Misiones y Ñeembucú exhortó a no callarse ante la corrupción y las injusticias que cometen los gobernantes. Instó a “defender la Constitución Nacional de aquellos que quieren avivarse e interpretan de acuerdo a sus intereses”, en directa alusión al presidente Horacio Cartes, Nicanor Duarte Frutos y sus seguidores en el Congreso Nacional.
El prelado criticó a los que promueven el aborto y no respetan la vida, a los que quieren torcer la voluntad de Dios que es el camino, la verdad y la vida.
Recomendó a los jóvenes alejarse de los vicios, de las drogas y que lean para informarse respecto de la soberanía energética de nuestro país en alusión a la entrega de nuestros derechos sobre las hidroeléctricas binacionales Itaipú y Yacyretá al Brasil y a la Argentina, respectivamente.
Los que administran el poder venden la riqueza y la soberanía energética de nuestro país. Pese a las advertencias, volvieron a firmar convenio en detrimento del país, expresó con relación a Yacyretá.
Llamó a los jóvenes a no callar ante los atropellos, a luchar por la vida y a defender el derecho a tener agua no contaminada por los grandes productores.
Manifestó que se está fundiendo el mundo porque la gente solo quiere plata. “Los grandes empresarios vienen y quieren plata y los que administran el poder en nuestro país también quieren solo dinero”, alegó.
Monseñor Medina dijo que se viven con frialdad la fe y el amor. Eso pasa por orgullo y porque se tiene el corazón dañado, por la ambición desmedida; se pisotea a quien sea, perjudicando y destruyendo a cuantos se interpongan en el camino con tal de obtener el beneficio.
Refirió que institucionalmente existe división y los poderosos explotan y quieren cambiar el plan de Dios al pretender imponer el matrimonio de hombre con hombre y mujer con mujer.
Invitó a caminar juntos hacia una vida final llena de plenitud, con amabilidad, fortaleza, solidaridad, ayudando a la evangelización con alegría “porque con cara de Viernes Santo, es decir, cara larga, ya a nadie se convence ni se puede invitar a vivir la vida en plenitud”.
Previo a la misa central se realizó la procesión de la imagen desde capilla Perpetuo Socorro hasta el templo de San Buenaventura.