La construcción se realiza en el marco del programa de mejoramiento de caminos vecinales a cargo del MOPC. Es financiada por un préstamo japonés.
Los lugareños expresaron que deben seguir utilizando un antiguo y precario puente de madera para poder circular. Indicaron que la transitabilidad sobre el trayecto es mucho más peligrosa luego de cada lluvia porque además de la falta de una pasarela fuerte, el terraplén queda en deplorables condiciones.
Uno de los pobladores, Francisco Brítez, expresó que a diario sufren las consecuencias por el pésimo estado en que se encuentra el trayecto. Comentó que se dedica a la producción de caña dulce y debido al mal estado del camino no pueden llevar la materia prima hasta los ingenios asentados en Villarrica y Tebicuary.
Otra lugareña, Claudelina Chamorro, lamentó la ausencia de las autoridades e indicó que en caso de emergencias no se puede acudir a centros asistenciales por el mal estado del camino. “La única forma de cruzar es quitarnos los zapatos y caminar”, lamentó.
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Intentamos conversar con el ingeniero Diego Coronel, pero no atendió nuestras llamadas a su celular.